El príncipe Harry fue demandado por una novia que plantó: la historia es insólita
¿Alguna te vez te ilusionaste en vano gracias a las redes sociales? Es probable que sí, pero seguro no fue algo tan malo (e hilarante) como lo que estás a punto de leer relacionado a la realeza británica.
En días recientes, se dio a conocer que una ciudadana india de nombre Palwinder Kaur, creyó durante meses que estaba ligando con el mismísimo príncipe Harry... mediante Facebook.
La mala noticia es que Palwinder no sólo fue objeto de una mala broma y potencial estafa, sino que ella sigue convencida de que el príncipe Harry "real" le propuso matrimonio vía online, a pesar de nunca antes haberlo visto en persona.
Palwinder incluso decidió interponer una demanda por "fraude matrimonial" contra el mismísimo príncipe Harry en el Tribunal Superior de Punjab y Haryana. Curiosamente, ella es abogada e intentó llevar el caso a una corte internacional para que arrestaran al hijo menor de Lady Di.
De acuerdo a las pruebas presentadas por Palwinder, el supuesto “príncipe Harry” estuvo escribiéndole por mucho tiempo y le prometió matrimonio… estando en la realidad ya casado con Meghan Markle. No obstante, la abogada víctima argumentó que creyó que el príncipe se divorciaría para estar con ella.
Para respaldar sus testimonios, la víctima recopiló entre sus evidencias un par de correos firmados por Harry, y hasta recalcó que llevaban su supuesta firma real: “Harry Middleton”.
Como era de esperarse, el juez desestimó las exigencias de Palwinder por "tratarse de sus propias fantasías", según las propias palabras del dictamen. Simplemente alguien le jugó una broma a la abogada.
Ya el colmo, es recordar que el nombre completo del príncipe Harry es Henry Charles Albert David Mountbatten-Windsor, y que “Middleton” en realidad es el apellido de soltera de Catherine de Cambridge, esposa el príncipe William.
Se sabe: no porque algo suene “royal” lo es, y tristemente, Palwinder sigue encaprichada en el hecho de que el príncipe Harry le falló y la plantó en el altar. Amiga, date cuenta.
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