"Palestina": otra pista en el ataque a la casa de Josh Shapiro
HARRISBURG, Pensilvania.- El hombre acusado de incendiar la residencia del gobernador de Pensilvania presuntamente tenía como objetivo al mandatario estatal, Josh Shapiro, debido a sus posturas sobre el conflicto entre Israel y Palestina, según documentos judiciales revelados recientemente.
Cody Balmer, de 38 años, enfrenta cargos de intento de asesinato, terrorismo, allanamiento, y uso de dispositivos incendiarios, entre otros. El ataque ocurrió en la madrugada del domingo, cuando supuestamente ingresó a la mansión ejecutiva en Harrisburg y arrojó bombas molotov caseras, lo que provocó un incendio significativo durante la celebración de la Pascua judía.
De acuerdo con una orden de allanamiento obtenida por la Policía Estatal de Pensilvania, Balmer actuó en respuesta a lo que describió como "acciones del gobernador contra el pueblo palestino". Durante una llamada al 911, realizada menos de una hora después del ataque, Balmer se identificó y declaró que no apoyaría los planes de Shapiro “por lo que pretende hacerle a Palestina”. También expresó que el gobernador debía “dejar de permitir que maten a mis amigos”.
Investigación revela posibles motivaciones políticas y antecedentes de salud mental
Las autoridades ejecutaron varias órdenes de registro como parte de la investigación, incluyendo la inspección de una unidad de almacenamiento, dispositivos electrónicos y la casa de los padres de Balmer. Según los investigadores, el acusado habría manifestado intenciones violentas, afirmando que atacaría a Shapiro con un martillo si lo hubiese encontrado en la residencia.
Un familiar indicó que Balmer ha sido tratado previamente por trastornos mentales, incluido trastorno bipolar y esquizofrenia. Su hermano declaró a The Associated Press que el acusado fue internado en dos ocasiones en un hospital psiquiátrico del estado, pero que no seguía su tratamiento.
Balmer fue arrestado el mismo domingo tras entregarse a la policía estatal . Su expareja alertó a las autoridades luego de que él confesara el crimen y le pidiera que lo denunciara. En su comparecencia judicial del lunes, se le negó la libertad bajo fianza.
El fiscal de distrito del condado de Dauphin, Fran Chardo, señaló que su oficina analiza si puede presentar cargos por intimidación étnica —la versión estatal de delitos de odio—, aunque por ahora no se ha invocado ninguna ley en ese sentido.
El gobernador Shapiro: “La violencia no tiene cabida”
Josh Shapiro, quien ha expresado abiertamente de su fe judía y su compromiso familiar, se pronunció el miércoles durante un evento público no relacionado. Agradeció el apoyo recibido y enfatizó que este tipo de violencia debe ser condenada.
“Nada de lo que hizo esta persona cambiará mi forma de vivir mi fe con orgullo”, afirmó. “Esta violencia no tiene lugar en nuestra sociedad. No es así como resolvemos nuestras diferencias”.
La familia del gobernador —incluidos su esposa, hijos y otros invitados— fue evacuada de manera segura. El ataque ocurrió en plena celebración del Séder de Pésaj, en la misma habitación donde, según las autoridades, comenzó el incendio. Nadie resultó herido, pero los daños materiales fueron considerables.
La valla, la ventana y las bombas
Presuntamente, Balmer habría llegado a pie a la propiedad, donde escaló una valla de seguridad de más de dos metros, forzó una ventana con un martillo y accedió al ala sur de la mansión, utilizada para eventos y muestras. Una vez dentro, lanzó al menos dos artefactos incendiarios fabricados con botellas de cerveza y gasolina.
El incendio resultante carbonizó paredes, mobiliario, enseres y un piano, además de dañar puertas y ventanas con el humo. La falta de un sistema de rociadores en la vivienda, construida en 1968, podría haber intensificado los daños, que el jefe de bomberos de Harrisburg, Brian Enterline, estima en millones de dólares.
Sospechoso con antecedentes penales
En la última década, los registros judiciales de Balmer revelan múltiples cargos criminales, incluyendo robo, falsificación y agresión. En 2023, se le acusó de agresión simple, cargos que aún no se han resuelto.
Durante su presentación judicial, negó sufrir de problemas de salud mental o adicciones. Sin embargo, su madre testificó que había intentado conseguirle atención médica recientemente, pero no lo logró.
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