Mexicano usó identidad falsa por 30 años: lo descubrieron traficando indocumentados a EEUU
Guillermo Peralta, un ciudadano estadounidense, no sabía que en agosto de 2022 el gobierno registró su nombre a una acusación por tratar de traficar a tres indocumentados por la garita de Otay Mesa, en la frontera entre México y California. Otro hombre que decía ser él estaba en prisión.
Hasta que Peralta denunció haber sido víctima de robo de identidad, las autoridades descubrieron un engaño que se prolongó durante más de 30 años.
Abel Alonso Valdez Vázquez, originario de Tijuana, México, había asumido el nombre de Peralta desde 1992 y lo usó para recibir más de 80,000 dólares en ayudas gubernamentales y tramitar una licencia de manejo falsa, se lee en una acusación interpuesta en el Distrito Sur de California.
No fue fácil resolver este enigma. Primero, los investigadores debieron confirmar la identidad de Peralta. Para ello entrevistaron a sus familiares y revisaron registros de nacimiento. Pero lo más difícil fue saber quién era la persona que tenían bajo custodia.
De acuerdo con los fiscales, Valdez Vázquez se hizo pasar por Peralta desde el 21 de diciembre de 1992. Comenzó a usar su nombre, número de Seguro Social y fecha de nacimiento.
En 2007, en Kansas, solicitó beneficios de un programa de la istración del Seguro Social (SSA en inglés) y durante una década le dieron más de 63,000 dólares.
De 2019 a 2020 volvió a pedir ayuda a dicho fondo en el mismo estado y de 2020 a 2021 lo hizo en California, donde le depositaron más de 18,000 dólares a su cuenta bancaria.
Así lo descubrieron en la frontera
El 28 de abril de 2021 tramitó una licencia de manejo en una oficina del Departamento de Vehículos (DMV en inglés) en el sur de California. Registró los datos de Peralta y aseguró que su domicilio estaba en Chula Vista, en el condado de San Diego.
Esa licencia de manejo falsa fue la que le mostró a un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP en inglés) la madrugada del 5 de agosto de 2022. Parecía ser el único ocupante de un vehículo Subaru Outback con placas de California y afirmó que no tenía nada que declarar.
Pero al ser enviado a una segunda inspección detectaron que en el interior del coche se ocultaban tres mexicanos indocumentados: Abel Juárez López, Asela Vásquez Fabián y Alba Valladares López. Los migrantes revelaron que pagarían hasta 20,000 dólares para ser cruzados a Estados Unidos.
En 1992, Valdez Vázquez ya había tenido otro problema con la justicia usando el nombre de Peralta.
En enero de 2023, antes de que detectaran su identidad real, él se declaró culpable por traficar a los tres migrantes y enfrentaba una pena de hasta 10 años de prisión y una multa de 250,000 dólares.
“Guillermo es un ciudadano estadounidense de 55 años (En este momento, no hay ninguna razón para dar credibilidad al otro reclamante sobre -el robo de- la identidad)… El señor Peralta padece graves enfermedades mentales… que no han sido tratadas durante muchos años, (y) le han llevado a automedicarse y cometer varios delitos”, se leía en un memorando de sentencia redactado por su abogada Sandra Resnick.
En junio pasado, ya resuelto el misterio de la identidad, Valdez Vázquez se declaró culpable de haber robado recursos del Seguro Social, obtener una identificación del gobierno y usarla para ingresar al país.
Esta semana, un juez lo sentenció a 18 meses de prisión, tres años de libertad condicional y le ordenó pagarle al gobierno más de 81,000 dólares. Parece ser una pena indulgente pues, sumando los nuevos cargos por hacerse pasar por Peralta, enfrentaba hasta 20 años y seis meses de cárcel.
“Esperamos que esta acusación envíe un mensaje a quienes cometen fraude y robo de identidad: no importa cuánto tiempo tarde, serán descubiertos y sus crímenes tendrán consecuencias”, dijo el fiscal federal Andrew R. Haden en un comunicado.
La Fiscalía advierte que Valdez Vázquez será deportado a México al cumplir su sentencia.
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