Un pie hallado en el Everest podría revelar un misterio que lleva 100 años
Durante 100 años hubo especulaciones sobre qué había pasado con Andrew Comyn “Sandy” Irvine, un británico que a sus 22 años emprendió el ascenso de la montaña más alta del mundo, el Everest, y nunca más se supo nada de él.
Ahora, por primera vez en un siglo, equipo de documentalistas de National Geographic hizo el increíble hallazgo de restos que finalmente pueden dar algunas respuestas sobre qué pasó con Irvine.
El equipo descubrió un pie dentro de una bota y un calcetín que sobresalían de un glaciar derretido, una primera pista de un misterio de un siglo. Una etiqueta con el nombre bordado en un calcetín de lana decía 'A.C. Irvine', revelando que probablemente pertenecía al escalador británico Irvine.
La desaparición de Irvine en el Everest ocurrió en 1924, cuando el joven acompañado por el conocido montañista George Mallory, de 37 años,intentaron alcanzar la cumbre. La desaparición, el 8 de junio de 1924, ocurrió a solo 800 pies (245 metros) de la cumbre.
Ambos buscaban completar la primera ascensión documentada a la montaña más alta del mundo. Parte del misterio es que no se sabe si lograron llegar a la punta. De ser así podrían ser considerados los primeros en alcanzar ese logro.
Los restos parciales en el Everest
Los escaladores creen que han encontrado los restos parciales del escalador británico, según la expedición dirigida por National Geographic. Antes del estreno de un documental, el canal de televisión dijo el viernes que la expedición encontró un pie envuelto en un calcetín bordado con "AC Irvine" y una bota que podría ser la de Andrew "Sandy" Irvine.
El destino de ambos ha sido debatido por escaladores e historiadores y algunos creen que habían estado en la cima del mundo antes de desaparecer en el camino hacia abajo.
La última carta
En su última carta a su esposa, Ruth, antes de desaparecer en el Monte Everest hace un siglo, Mallory trató de aliviar sus preocupaciones incluso cuando dijo que sus posibilidades de alcanzar el pico más alto del mundo eran “50 a 1 contra nosotros”.
El cuerpo de Mallory fue encontrado en 1999, pero no había evidencia que pudiera indicar que ambos hubieran alcanzado la cumbre del Everest a 29,032 pies (8,849 metros).
Todavía no hay tal evidencia, aunque el aparente descubrimiento de los restos de Irvine podría limitar la búsqueda de una cámara Kodak Vest Pocket prestada a los escaladores por el miembro de la expedición Howard Somervell.
¿Fueron los primeros en llegar a la cumbre?
Para los montañistas, es una enorme pregunta irresuelta: la posibilidad de una prueba fotográfica de que los dos alcanzaron la cumbre, casi tres décadas antes de que el neozelandés Edmund Hillary y el sherpa nepalí Tenzing Norgay llegaran allí el 29 de mayo de 1953.
El calcetín y la bota fueron encontrados a una altitud menor que los restos de Mallory, en el glaciar central de Rongbuk, debajo de la cara norte del monte Everest.
“Este fue un momento monumental y emotivo para nosotros y todo nuestro equipo en el terreno, y solo esperamos que esto pueda finalmente traer tranquilidad a sus familiares y al mundo de la escalada en general”, dijo el miembro del equipo de escalada y explorador de National Geographic, Jimmy Chin.
Chin no dijo exactamente dónde se encontraron los restos porque quiere disuadir a los cazadores de trofeos. Pero confía en que otros elementos, y tal vez incluso la cámara, estén cerca. “Ciertamente reduce el área de búsqueda”, dijo a National Geographic.
La familia Irvine se ha ofrecido voluntariamente a comparar los resultados de la prueba de ADN con los restos para confirmar su identidad.
Su sobrina nieta y biógrafa, Julie Summers, dijo tras el descubrimiento: "He vivido con esta historia desde que tenía 7 años, cuando mi padre nos contó sobre el misterio del tío Sandy en el Everest”, dijo. “Cuando Jimmy me dijo que vio el nombre AC Irvine en la etiqueta del calcetín dentro de la bota, me conmoví hasta las lágrimas. Fue y seguirá siendo un momento extraordinario y conmovedor”.
El hallazgo, realizado por Chin junto con los escaladores y cineastas Erich Roepke y Mark Fisher, fue comunicado a la Royal Geographical Society, con sede en Londres, que organizó conjuntamente la expedición de Mallory e Irvine junto con el Alpine Club.
“Como organizador conjunto de la expedición al Everest de 1924, la sociedad aprecia profundamente el respeto que el equipo de Jimmy Chin ha demostrado por los restos de Sandy Irvine y su sensibilidad hacia los de la familia de Sandy y otras personas relacionadas con esa expedición”, dijo Joe Smith, director de la sociedad.
Los restos parciales están ahora en posesión de la Asociación China de Montañismo del Tíbet, que es responsable de los permisos de escalada en el lado norte del Everest.
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