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Donald Trump

Donald Trump da el discurso al Congreso más largo de la historia, pero no tuvo tiempo de dar detalles de su agenda

El mensaje presidencial al Congreso de mayor duración en la historia de EEUU fue un evento marcado por el estilo combativo y superlativo de Donald Trump, quien oscilaba entre ignorar a la bancada demócrata o dedicarle miradas desafiantes cuando hablaba de lo que considera han sido sus logros en el desmantelamiento de la burocracia federal o las políticas antiLGBTQ.
Publicado 5 Mar 2025 – 01:06 AM EST | Actualizado 5 Mar 2025 – 06:16 AM EST
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El de Donald Trump fue un discurso combativo, por parte del presidente y de parte de la bancada de oposición demócrata que asistió a su primer mensaje al Congreso de su segundo mandato. Para parafrasear al presidente, fue algo “nunca visto” por el tono como por la duración.

Trump superó por 20 minutos el discurso que dio Bill Clinton en 2000 al hablar durante 1 hora y 40 minutos. Y en el proceso se produjo la expulsión de tres legisladores demócratas y la salida en masa de decenas de congresistas de la oposición molestos con cosas que dijo y la manera como les habló, sobre todo cuando llamó ‘Pocahontas’ a la senadora demócrata Elizabeth Warren.

Fue un discurso muy divisivo en el que el presidente no hizo ninguna concesión a los demócratas ni trató de congraciarse con ellos, ni siquiera para convocar el voto que puede serle necesario en las iniciativas legislativas que planteó superficialmente, como la de mantener los recortes de impuestos de su primer mandato o dotar de más fondos a las agencias de seguridad para combatir inmigración ilegal y nuevos desarrollos militares.

Solo en un momento agradeció a los senadores del Partido Demócrata por haberle dado sus votos a Marco Rubio, quien fue el único de sus nominados para el gabinete que obtuvo respaldo unánime en su proceso de confirmación.

Trump dio un discurso en clave de "guerra cultural"

Pero hasta allí, porque el resto fue un mensaje que parecía estar destinado solo a los oídos de sus seguidores, lleno de referencias a la llamada "guerra cultural" de la que el presidente se ha convertido en el principal abanderado del lado conservador, y para escarmentar a sus detractores, particularmente las políticas de su predecesor Joe Biden, a quien nombró varias veces en su discurso y cuyo mandato describió como una “presidencia fallida”.

Para su primer mensaje, Trump se hizo esperar. El presidente entró en el recinto de la Cámara de Representantes con 13 minutos de retraso para un evento que estaba programado para empezar a las 9:00 pm y además le tomó unos 4 minutos atravesar el pasillo hasta el podio mientras saludaba a legisladores que esperaban para darle la mano

Sus primeras palabras fueron “EEUU está de vuelta”, disparando nuevos cánticos de "!USA, USA!" del lado de los republicanos y con su tradicional estilo superlativo habló de cosas "nunca jamás hechas" por gobierno alguno en 4 u 8 años.

“La elección presidencial del 5 de noviembre fue un mandato como no se había visto en muchas décadas”, continuó Trump al comenzar su discurso, ante lo que el representante demócrata de Texas Al Green se paró y le señaló con su bastón refutando que tuviera tal “mandato” para llevar a cabo las políticas que está adelantando.

Green terminó siendo escoltado por la seguridad de la Cámara Baja, luego de que su presidente Mike Johnson le advirtiera que de no respetar el decoro del recinto sería sacado.

Eso sí fue algo nunca visto en la memoria reciente de los mensajes presidenciales, que hasta hace unos años eran eventos respetados por los congresistas de ambos partidos, salvo algún que otro percance menor en comparación a lo ocurrido con Green.

Mucha estridencia, repeticiones, pero poca sustancia

El mensaje del presidente estuvo lleno de exageraciones, descontextualizaciones y falsedades, algunas ya viejas que han sido desmontadas, pero que él insiste en repetir. Además, repasó los temas que han dominado su agenda desde que regresó a la Casa Blanca seis semanas atrás.

Repitió que EEUU "recuperaría" el Canal del Panamá, aunque no sonó como la amenaza invasora de cuando empezó sorpresivamente a destacar el tema. También invitó a los separatistas de Groenlandia a considerar unirse a EEUU.

Sobre Ucrania dijo que había recibido una carta del presidente Volodymir Zelensky quien le mandó una "importante carta", tras el desastroso encuentro que tuvieron en la Oficina Oval el viernes pasado.

“Hemos mantenido conversaciones serias con Rusia y hemos recibido señales claras de que están dispuestos a hacer la paz ¿No sería maravilloso?”, dijo Trump sin especificar cosas concretas.

Habló de los aranceles que le impuso la madrugada del martes a México, Canadá y China, que "tienen como objetivo hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande (...) Y eso está sucediendo. Y sucederá bastante rápido", aunque pareció reconocer que eso podrá tener consecuencias para los consumidores estadounidenses.

La mayoría de los economistas dicen que los aranceles de Trump afectarán negativamente al país, ya que son aumentos de impuestos que podrían elevar los costos de los bienes de maneras que también podrían dañar el crecimiento económico.

Los cruces fronterizos están bajos, pero no tanto como aseguró Trump

“El mes pasado, los cruces fronterizos ilegales fueron los más bajos jamás registrados jamás”, dijo Trump.

Aunque la Patrulla Fronteriza informó que hubo 8,326 detenciones de indocumentados en la frontera entre EEUU y México en febrero, los datos del gobierno muestran que hubo un promedio rutinario por debajo de esa cifra en la década de 1960, los datos más viejos de los que se dispone. El promedio mensual de la Patrulla Fronteriza fue de 1,752 arrestos en 1961.

“Hermosas ciudades como Aurora, Colorado, y Springfield, Ohio, se hundieron bajo el peso de la ocupación y la corrupción de los inmigrantes, como nadie había visto antes (...) Hermosas ciudades, destruidas”, dijo Trump, aunque ambas localidades, que fueron puntos importantes en la propaganda de su campaña electoral, siguen existiendo.

Trump dijo que envió al Congreso una solicitud de financiamiento detallada para llevar a cabo las deportaciones masivas que prometió en campaña y que muestra "cómo eliminaremos estas amenazas, protegeremos nuestra Patria y completaremos la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos”.

Hasta la fecha, las deportaciones que ha llevado el gobierno de Trump han sido más bajas que el promedio del gobierno de Biden.

La tensión entre Trump y los demócratas

La mayor parte del tiempo miraba hacia su izquierda, en la zona del hemiciclo que ocupan los republicanos. Por momentos parecía que el presidente se dirigía a ellos. De hecho, se quejó de que los demócratas jamás le aplaudirían ni que encontrara la cura para la peor enfermedad existente.

Cuando hablaba de inmigración indocumentada, seguridad en la frontera o de temas como igualdad y comunidad LGBTQ, lo que describió como “ideología de género”, dirigía una mirada desafiante hacia sus opositores.

“Quiero que el Congreso apruebe un proyecto de ley que prohíba y criminalice permanentemente los cambios de sexo en los niños y ponga fin para siempre a la mentira de que cualquier niño está atrapado en el cuerpo equivocado”, dijo Trump y dirigió su mirada a los demócratas ubicados a su derecha con una mezcla de displicencia, desafío y rechazo.

Hacia el final del discurso, el sector de los demócratas mostraba varios curules vacíos. Muchos se habían retirado en protesta por el talante del presidente y otros quizá cansados por la larga noche de retórica electoral.

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