Gran número de adultos jóvenes en EEUU aún son mantenidos por sus padres, a veces hasta los 34 años
La inflación, la falta de oportunidades, la economía en general y otros factores han impactado a las familias en Estados Unidos en las que muchos padres siguen ayudando económicamente a sus hijos a solventar sus gastos, incluso hasta los 34 años, de acuerdo con un informe publicado recientemente por el Centro de Investigaciones Pew.
El estudio señala que el 44% de los adultos jóvenes entrevistados afirma haber recibido ayuda económica de sus padres el año pasado.
“Las dos principales áreas en las que recibieron ayuda fueron los gastos del hogar y la factura del teléfono móvil o las suscripciones a servicios de 'streaming'”, dice Pew.
El 36% de los padres reconoció que ayudar económicamente a sus hijos “ha perjudicado su situación económica personal al menos en cierta medida”, especialmente en el caso de padres con ingresos más bajos.
Para este estudio, Pew entrevistó a 3,017 adultos con al menos un hijo de entre 18 y 34 años. Para la segunda etapa de la investigación entrevistó a 1,495 adultos jóvenes de 18 a 34 años con al menos un progenitor vivo. Ninguno de los dos grupos formaba parte de las mismas familias.
El documento también revela que cerca de un tercio de los adultos jóvenes aún vive con sus padres en comparación con las cifras de hace 34 años.
“Entre los jóvenes de 18 a 24 años, el 57% vive en casa de sus padres, frente al 53% en 1993”, dice la investigación: "Padres, hijos adultos jóvenes y la transición a la edad adulta".
Sin embargo, el hecho de que padres e hijos adultos jóvenes compartan el mismo techo no es totalmente negativo.
De acuerdo con la investigación, la mayoría de los adultos jóvenes que viven con sus padres dicen que contribuyen económicamente, incluido el 65% que dice que paga los gastos domésticos como la comida o las facturas de los servicios públicos y el 46% que dice que contribuye con dinero al alquiler o la hipoteca.
Además, la mayoría de los padres que viven con un hijo adulto joven (74%) dicen que esto ha tenido un impacto positivo en la relación con su hijo. Este porcentaje es mayor que el de los adultos jóvenes (55%) que afirman que vivir con su progenitor de adulto ha sido positivo para su relación.
El 41% de los padres afirma que sus hijos adultos jóvenes dependen mucho o bastante de ellos como apoyo emocional. Las madres son más propensas que los padres a decir esto.
Cambios en las dinámicas sociales para los adultos jóvenes
De acuerdo con la investigación, el hecho de que los hijos como el matrimonio y la paternidad, aunque superan a la generación de sus padres en cuanto a nivel de estudios, empleo y salarios", escriben los investigadores en su análisis.
La brecha en el porcentaje de casados es especialmente amplia entre los adultos jóvenes de 25 a 29 años: el 29% estaban casados en 2023, frente al 50% en 1993.
Los adultos jóvenes también están retrasando el momento de tener hijos. Por ejemplo, el 27% de los adultos de 30 a 34 años tenían un hijo en su hogar en 2023, frente al 60% hace tres décadas.
Mientras que, en temas laborales, en comparación con la generación de sus padres, los adultos jóvenes de hoy tienen más probabilidades de trabajar a tiempo completo.
“Estas tendencias en el empleo pueden relacionarse con el hecho de que los jóvenes adultos de 1993 salían de una leve recesión, mientras que el desempleo ha sido históricamente bajo en los últimos años.
Sin embargo, aunque los jóvenes adultos de hoy tienen salarios más altos que los de principios de los noventa, también es más probable que tengan deudas pendientes.
Entre los jóvenes de 25 a 29 años, el porcentaje de los que tienen préstamos aumentó del 28% en 1992 al 43% en 2022, y el aumento fue aún mayor entre los jóvenes de 30 a 34 años (del 18% al 39%).
La investigación también evaluó qué tanto prepararon los padres a sus hijos para la vida adulta y, de acuerdo con los resultados, la mayoría de los padres dicen que los éxitos y fracasos de sus hijos adultos jóvenes reflejan el trabajo que han hecho como padres. Los padres (76%) son más propensos que las madres (67%) a decir esto.
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