Cuándo fue la última vez que un republicano ganó las elecciones con la mayoría de los votos populares
Las elecciones del 5 de noviembre tendrán lugar exactamente 20 años después de que George W. Bush se convirtiera en el último republicano en ganar la Casa Blanca obteniendo el mayor porcentaje del voto popular y, lógicamente, los votos necesarios en el Colegio Electoral.
En 2004, Bush alcanzó la reelección con 286 votos electorales y el 50.73 por ciento del voto popular, superando los 251 votos electorales y el 48.3 por ciento del voto popular para el demócrata John Kerry, una historia muy distinta a la que pasó en 2000, cuando se impuso al entonces vicepresidente Al Gore, pero sin ganar el llamado voto popular.
En 2016, volvió a ocurrir. Hillary Clinton captó 65,835,625 sufragios, pero con 277 votos electorales cayó derrotada ante Trump, que reunió 62,985,106 votos y 304 votos electorales.
La democracia estadounidense permite la posibilidad de que el candidato con menos votos alcance a la Casa Blanca, ya que no es una elección directa, sino de segundo grado.
La compleja historia del Colegio Electoral
El sistema de Colegio Electoral otorga a cada uno de los 50 estados estadounidenses una cantidad de votos electorales proporcionales a la cantidad de escaños que tiene en la Cámara de Representantes y a sus dos senadores. El Distrito de Columbia tiene tres votos electorales, pese a no tener representantes con voz y voto en la Cámara Baja.
El Colegio Electoral nació durante la Convención Constitucional de 1787, como un compromiso entre los que querían elección popular y quienes preferían que el Congreso eligiera al presidente.
Era un momento en el que la identidad de Estados Unidos como nación era incipiente y había temores de que la población favoreciera a los candidatos de sus regiones, por lo que los estados grandes con mayor población dominarían el voto.
El candidato que reciba 270 de los 538 votos electorales resultará electo presidente. Entonces, si un candidato gana por escaso margen en una gran cantidad de estados con poca población, podrá llegar a la Casa Blanca sin haber dominado el voto popular.
Los demócratas ganan el voto popular, pero no siempre la presidencia
En todas las elecciones presidenciales desde 2004, los demócratas han dominado el voto popular: Barack Obama en 2008 y 2012.
Trump es uno de los cinco presidentes que llegaron a la Casa Blanca sin haber obtenido el voto popular.
Ellos son: John Quincy Adams (1824), Rutherford B. Hayes (1876), Benjamin Harrison (1888) y George W. Bush, quien en el año 2000 recibió solamente el 47.9 por ciento del voto popular y 271 votos electorales frente al 48.4 por ciento del voto popular y 266 votos electorales para el demócrata Al Gore.
Bush alcanzó el triunfo en esa polémica elección, marcada por fallas logísticas en Florida, cuando la Corte Suprema decidió 35 días después del día de la elección que a Gore se le había agotado el plazo para solicitar recuentos adicionales.
Harry Enten, periodista de CNN, estima que Trump tiene la posibilidad de alzarse con el voto popular este año.
“El hecho de que Donald Trump tiene una posibilidad legítima de ganar el voto popular, es algo que creo que muchas personas, incluyendo en mi rama profesional, no pensaban que fuera posible cuando Donald Trump fue candidato la última vez”, dijo.
Enten llegó a esa conclusión tras evaluar la encuesta de The New York Times/Siena College difundida el 25 de octubre, que muestra a Kamala Harris y Trump empatados en el voto popular con un 48 por ciento.
También mencionó que las encuestas de The Wall Street Journal y CNBC dan la delantera a Trump en el voto popular, mientras que IPSOS y YouGov se la conceden a Harris, siempre dentro del margen de error de cada sondeo.
Las críticas al sistema del Colegio Electoral
Un 63 por ciento de los estadounidenses prefiere que el presidente sea quien obtenga la mayoría el voto popular, según una encuesta realizada en agosto de 2024 por Pew Research Center.
Ocho de cada 10 demócratas e independientes inclinados al Partido Demócrata favorecen abolir el colegio electoral para darle paso al voto popular, mientras que entre republicanos y allegados están divididos casi en partes iguales.
Pero abolirlo requeriría una enmienda constitucional, un escenario improbable por lo engorroso que es el proceso para aprobar y ratificar cambios a la carta magna.
Hay otro movimiento a favor de que los estados otorguen proporcionalmente sus votos electorales, independientemente de cuál candidato resultó ganador en esos estados de manera individual.
Actualmente, Nebraska y New Hampshire tienen un sistema mixto en el que se le asignan votos electorales por estado al ganador, y votos por distrito a quienes se impongan en ellos.