¿Se viene una recesión este 2023? Las señales que ayudarán a saberlo
La economía de Estados Unidos creció a una tasa anual del 1.1% en el primer trimestre del año pasado y esa cifra, aunque más floja de la que se esperaba, indicó que el país no ha entrado en la recesión de la que tanto se ha hablado. Sin embargo, algunos expertos creen que sí se producirá tan pronto como en el trimestre que va de abril a junio.
La economía estadounidense ha tropezado con varios obstáculos en el último par de años. El más grande de ellos: la inflación. La Reserva Federal (Fed) ha tenido que elevar su tasa de interés de referencia nueve veces para llevarla a su nivel más alto en 17 años. Esas agresivas maniobras han ayudado a frenar un poco el alza de los precios, pero la inflación permanece en un rango demasiado alto como para que el país respire con tranquilidad.
Otra piedra en el camino fue el colapso de dos bancos en marzo, que como consecuencia redujo los préstamos en el sistema financiero y podría haber debilitado más el crecimiento económico. Frente a este contexto, economistas del banco central consideraron ese mes que la economía podría afrontar una "recesión leve" este año (aunque este vaticinio hasta ahora no ha sido dado formalmente por la Fed).
El barómetro habitual que se toma para decir que una economía está en recesión es que haya caído durante seis meses consecutivos. Pero estamos en tiempos pospandemia y ahora nada es como antes.
Entonces, ¿cuál es la probabilidad de una recesión? Aquí hay algunas preguntas y respuestas:
¿Por qué algunos economistas anticipan una recesión?
Porque esperan que las fuertes alzas de la tasa de interés lleven a que los consumidores y empresas reduzcan fuertemente sus gastos e inversiones.
Hasta ahora, los consumidores han demostrado resistencia frente a las tasas más altas y la inflación. Pero ha habido señales de un debilitamiento. Las ventas minoristas han caído durante dos meses consecutivos y un reporte de la Fed apunta a que sería por los altos precios.
¿Qué señales apuntarían al inicio de una recesión?
La señal más clara sería una pérdida persistente de puestos de trabajo y un alza en el desempleo. Claudia Sahm, economista que trabajó en la Fed, ha señalado que, desde la Segunda Guerra Mundial, se ha podido detectar el comienzo de una recesión cuando la tasa de desempleo sube en medio punto porcentual durante varios meses.
Por eso, muchos economistas siguen de cerca qué cantidad de personas piden los subsidios por desempleo cada semana, un indicador que muestra si se aceleran los despidos. Las solicitudes semanales de la ayuda por desempleo han ido aumentando a medida que empresas, desde la empresa matriz de Facebook, Meta, hasta el conglomerado industrial 3M y la empresa de transporte privado Lyft, han anunciado despidos.
Aún así, los empleadores agregaron 236,000 empleos en marzo y la tasa de desempleo cayó al 3.5%. Entonces, por ahora, esa 'regla' explicada por Sahm no se ha cumplido.
¿Alguna otra señal a tener en cuenta?
Los economistas también están atentos a lo que ocurre en el mercado de los bonos o deuda de Estados Unidos. Y, ¿por qué? Porque cuando la tasa de rendimiento de los bonos a largo plazo (que usualmente pagan más dinero) se va por debajo de la tasa que pagan los bonos de corto plazo (que habitualmente pagan menos) se suele considerar que habrá una recesión.
Sin embargo pueden pasar entre 18 y 24 meses entre que esas tasas de rendimiento se invierten y la economía entra realmente en una recesión.
Desde julio pasado ha habido momentos en los que los bonos que vencen en 2 años (de corto plazo) han pagado mejores rendimientos que los bonos a 10 años (de largo plazo) y eso sugiere que los mercados esperan una recesión. Lo mismo ha pasado con otros bonos de pronto vencimiento, los de 3 años.
¿Quién decide formalmente cuándo ha comenzado una recesión?
El National Bureau of Economic Research (NBER) es el ente considerado un referente al momento de decidir que la economía estadounidense sufre una recesión.
El NBER mira más allá de la cifra del Producto Interno Bruto (PIB). Se centra por ejemplo en la creación de puestos de trabajo y la tasa de desempleo, el gasto de los consumidores, las ventas de las tiendas minoristas y la producción de industrias del país. Por eso define una recesión como "un declive significativo de la actividad económica que salpica sus componentes y se prolonga por más de unos pocos meses".
Por lo general, el ente mira que se cumplan tres variables: una caída económica profunda, abarcadora y prolongada. Aunque enfatiza que hay períodos, como el inicio de la pandemia del covid-19, en los que hay un impacto tan fuerte que ello amerita considerarlo como un lapso de recesión. Por eso es que, en 2020, el NBER consideró que Estados Unidos estuvo en recesión durante los meses de marzo y abril, cuando se perdió una cantidad de empleos como no se veía desde la Gran Depresión. En este gráfico te mostramos la profundidad de esa crisis.
¿La alta inflación conduce típicamente a una recesión?
No siempre. La inflación alcanzó 4.7% en 2006, en ese momento el nivel más alto en 15 años, sin provocar una recesión. (La recesión de 2008-2009 que siguió fue causada por el estallido de la burbuja inmobiliaria).
Pero cuando la inflación sube tanto como el año pasado (en junio alcanzó un máximo de 40 años de 9.1%) suben las probabilidades de una recesión.
Eso por dos razones: primero, la Reserva Federal eleva fuertemente los costos de los préstamos cuando la inflación sube tanto. Las tasas más altas frenan la economía porque a los consumidores se les complica pagar sus casas, automóviles y otras compras importantes.
La alta inflación también incide al debilitar el gasto del consumidor y generar incertidumbre en las empresas. Algunas compañías frenan sus planes de expansión y dejan de contratar, lo que entonces puede conducir a un mayor desempleo y a que algunas personas que dejan sus trabajos no sean reemplazadas.
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