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7 absurdas e increíbles formas en las que algunas personas murieron en la antigua Grecia

Publicado 22 Abr 2017 – 09:00 PM EDT | Actualizado 5 Abr 2018 – 01:47 PM EDT
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Estas son algunas formas insólitas como la gente moría en la antigua Grecia, impensables para nosotros actualmente.

1 Ataque de risa

El filósofo griego Crisipo de Soli, inmortalizo la frase «muerto de risa» cuando después de emborrachar a su asno, el pobre animal intentó comer de los higos de un cactus. Al parecer, ver esta escena fue demasiado para el pensador y le entró un ataque de risa que lo fulminó en el sitio.

2. Aplastado por su popularidad

Dracón de Tesalia fue un legislador griego, autor del severo « código draconiano». Dracón tenía muchos seguidores y cuenta la leyenda que un día en el teatro Aegina, sus partidarios decidieron arrojarle toda su vestimenta para demostrarle su iración. El pobre hombre murió sofocado entre decenas de kilos de ropa.

3. Muerte por la cura

El filósofo Heráclito de Éfeso, cansado de los humanos, se retiró a vivir al campo, donde contrajo hidropesía. Según lo que prescribía la Medicina de la época, cubrió su cuerpo de estiércol de vaca, pero se quedó dormido con el remedio encima y unos perros salvajes, atraídos por el olor, le devoraron vivo.

4. Erudito muerto de hambre

Filitas de Cos fue un arrogante erudito de la antigua Grecia que no perdía ocasión para corregir a cualquiera que tuviera un error de lógica o tan solo escribiera mal una frase. En una ocasión, el presuntuoso sabio se sumergió tanto en el estudio de un documento, que se olvidó de comer y murió de hambre.

5. Muerto a mitad de frase

Tucídites fue uno de los historiadores más fiables de la antigua Grecia, ya que sus relatos carecían de exageración y fantasía. Fue exiliado por ofender al ejército griego, hasta que se anunció que podía regresar a casa. Después desapareció y no se supo nada más de él, y su último libro terminó con un pensamiento inconcluso. 

6. Campeón olímpico muerto en combate

Durante la pelea final en unas olimpíadas en la especialidad de pankration griego,  un tipo de combate muy feroz, el luchador Arrichion tenía ya la batalla perdida porque su oponente lo estaba estrangulando, cuando su entrenador le gritó ¡ Qué magníficos funerales tendrías si no te rindes en Olimpia! En un esfuerzo sobrehumano, Arrichion consiguió que su oponente se rindiera y seguidamente cayó muerto.

7. Prueba de divinidad

Empédocles fue un médico que pasó de creerse un Dios a estar seguro de ello, tras curar a una mujer que ningún otro galeno podía sanar. Ya sin ninguna duda de su divinidad, reunió a 80 testigos, subió con ellos a la cima de un volcán y se arrojó a su interior, creyendo que renacería como un ave Fénix.

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