Latinos abandonan el catolicismo en EE.UU. ¿Por qué la fuga de fe?
LOS ÁNGELES, California. – Durante generaciones, la Iglesia Católica ha sido un eje espiritual y cultural para la comunidad latina en Estados Unidos. Sin embargo, nuevas cifras revelan una alarmante disminución en el número de creyentes.
Según el Pew Research Center, por cada 100 nuevos católicos en el país, 840 abandonan la fe. De estos, un 56% se aleja completamente de cualquier religión, mientras que un 32% se convierte al protestantismo.
El fenómeno es especialmente visible en grandes ciudades como Los Ángeles, donde, aunque el 55% de los residentes se identifican como cristianos, sólo el 28% continúan siendo católicos. El resto ha optado por otras ramas del cristianismo o ha renunciado por completo a la fe organizada.
¿Qué está provocando el alejamiento de los fieles latinos?
La pérdida de creyentes hispanos responde a múltiples factores, desde causas culturales hasta crisis internas dentro de la propia institución.
Para algunos, como María González, la desconexión comienza en el hogar: “Quizás los papás ya no llevan a sus hijos a misa, están alejados de la fe”.
Otros, como Néstor Pimienta, señalan escándalos que han minado la credibilidad de la Iglesia: “Los casos de abuso sexual por parte de sacerdotes dañaron su imagen. Eso ha hecho que nuevas generaciones se alejen”.
El impacto es generacional. Muchos jóvenes ya no encuentran en la Iglesia un mensaje que conecte con sus realidades. “Yo creo que ocuparnos más padres jóvenes. Que sepan cómo llegarle a la gente, cómo hablar de nuestros problemas”, afirma Joaquín Barba, un joven creyente.
¿Qué está haciendo la Iglesia Católica para recuperarlos?
Frente a esta crisis, la Iglesia Católica en Estados Unidos ha comenzado a adaptarse. Según el Padre Arturo Velasco, la clave está en entender qué buscan los jóvenes: “Necesitamos atraer no solo adultos, sino familias completas. Que los padres estén conscientes y traigan a sus hijos. Aquí en la parroquia tenemos un grupo de jóvenes muy activo”.
Estos esfuerzos incluyen la creación de grupos juveniles, eventos comunitarios y una mayor presencia en plataformas digitales. Pero también requieren una introspección profunda sobre el papel de la Iglesia en la sociedad actual.
Para el teólogo Felipe Agredano, no se trata necesariamente de una crisis de fe, sino de un cambio en la forma en que las nuevas generaciones se relacionan con la espiritualidad: “No es que el cristianismo haya fallado, sino que los jóvenes hoy tienen muchas opciones y no dependen de una institución religiosa para construir su identidad espiritual”.
La clave, según expertos y fieles, está en escuchar, adaptarse y sanar las heridas del pasado para construir una fe más inclusiva y significativa para el presente.
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