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Las 7 cosas más molestas de viajar en avión

Publicado 19 Mar 2015 – 05:30 PM EDT | Actualizado 2 Abr 2018 – 09:15 AM EDT
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El avión es el medio de transporte preferido por los viajeros de todo el mundo, sin embargo, esto no significa que los vuelos no tengan también algunos de esos contras que nos vemos obligados a experimentar en cada nueva travesía. Algunas de las siguientes 7 cosas molestas de viajar en avión pueden tener solución mientras otras aún se resisten.

1. Tiempo en tierra

En ocasiones pasamos más tiempo en las instalaciones de un aeropuerto, por el aparcamiento, facturación, controles, que volando. El simple hecho de viajar a un destino lejano en menos tiempo conlleva también numerosas fases antes de pasar por la ansiada puerta de embarque, algo que no encontramos en otros medios de transporte como el tren, en el que el es mucho más dinámico, o cualquier viaje en coche en el que nosotros tenemos el absoluto control.

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2. Muchos requisitos

Líquidos, ordenadores fuera, un máximo de peso que, de excederse lo más mínimo, conllevará una cierta cantidad de dinero, el metal de nuestro cinturón que impide el a las puertas de embarque... Los controles antes de volar puedes ser exhaustivos y desesperantes, especialmente si nos encontramos en un país de situación social revuelta a los que añadimos controles de drogas o visado. Entendemos la lógica del asunto, pero no podemos evitar ponernos histéricos en algún que otro momento.

3. Turbulencias

Por mucho que hayamos viajado en avión, siempre que el avión sufre turbulencias no podemos evitar temer por nuestra vida e imaginarnos en el fondo del océano. La televisión, las películas y los sucesos siempre alimentan esos miedos y si, para colmo, somos de esas personas a las que no le gusta volar y solemos consumir fármacos para obviar el pavor a las alturas, la psicosis está servida.

4. Dolor de oídos

No suele sucederle a todos los pasajeros, pero sí a unos pocos (entre los que se incluye este autor) que sufren de obstrucción de oídos durante cada travesía y, especialmente, en el momento en que el avión se dispone a aterrizar. Auriculares, simular que bostezamos, dedos en los oídos... cualquier remedio es útil pero no 100% eficaz para frenar el efecto que la presión y la gravedad ejercen sobre nuestros oídos desnudos. Lo peor es que, muchas veces, la obstrucción suele durar varios días.

5. Precios caros

Estamos disfrutando de una vista desde las alturas, tecleamos en nuestro ordenador y escuchamos música. Todo parece perfecto, pero echamos de menos un café, quizás también un sándwich para acompañarlo. Las auxiliares no tardan en llegar con su carrito colmado de dulces y bebidas, consultamos la carta y comprobamos que lo más económico es una botella de 30 centilitros de agua por 4 euros. Ni queremos imaginar cuanto costará un café + dulce o sándwich. 

6. El último de la fila

Aterrizamos, todo fue bien e, incluso, la gente aplaude al equipo. Sin embargo, si nos encontramos situados en los últimos asientos del avión, aún tocará esperar un largo rato para que la compañía aviste el autobús jardinera o se despliegue la manga, todos se levanten y vayan saliendo poco a poco. Nos hierve la sangre, queremos salir, agarrar nuestra maleta y salir rápidamente.

7. ¿Y mi maleta?

En los autobuses el equipaje suele estar mucho más localizable, también en los trenes en los que se permiten cargar las maletas en el mismo vagón y ni qué decir del auto e incluso los barcos. Sin embargo, cuando hablamos de aviones nadie está salvo de perder su maleta facturada. Desde una mala gestión por parte del equipo hasta una maleta caída en un vuelo diferente, el destino de nuestras pertenencias facturadas siempre es una incógnita hasta que llegamos a tierra. Esperar a que la maleta llegue se convierte, posiblemente, en el último y más desesperante obligado de viajar en avión.

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Estas 7 cosas más molestas de viajar en avión nos harán replantearos ciertos cambios antes de embarcar la próxima vez: quizás no facturar, hacerse con un asiento más cercano a la salida o tomar precauciones para evitar los males auditivos. Por otra parte, la eficacia de los vuelos compensan esas pequeñas taras para las que muchas aerolíneas ya han puesto en marcha alguna que otra mejora. 

¿Qué es lo que más detestas de volar?

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