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¿Eras una BRUJA en el pasado? Descubre qué te hubiera sucedido...

Publicado 26 Ene 2016 – 11:42 AM EST | Actualizado 24 Abr 2018 – 03:35 PM EDT
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Sin duda la número 4 nos pasa a muchas...

Hace ya muchos años, en el siglo XVII, se hicieron muy populares los juicios de brujas en Salem. ¿Acaso creías que era un mito? Pues no, en el estado de Massachusetts en Estados Unidos se llevaron a cabo múltiples juicios en los que se acusó a muchas mujeres de brujería

Si bien ellas sirvieron de inspiración para la creación de ficciones televisivas, estas mujeres fueron reales y hubo al menos 20 víctimas de asesinato y muchas otras encarceladas.

¿Quieres saber si te hubieran considerado una bruja en aquellos tiempos? Echa un vistazo a sus características...

#1 Ser mujer

Este era el principal requisito. Los hombres estaban libres de ser embrujados y jamás se los hubiera acusado. ¿Machismo?

#2 Pertenecer a la mediana edad

Si bien no existía una franja etaria establecida para ser considerada bruja, quienes eran acusadas por lo general rondaban los 40 y 50 años de edad.

#3 Una mínima imperfección en el cuerpo

Los ''cazadores de brujas'' buscaban en mujeres sospechosas cualquier lunar, mancha o anomalía en el cuerpo para confirmar si eran brujas o no. Estas, se creía, eran marcas del diablo.

#4 Dificultades para hablar en público

Otro signo de que una mujer era bruja era su comportamiento al leer en frente a otras personas, en particular las escrituras religiosas.

Para ponerla a prueba, se le exigía que leyera la Biblia a una multitud. Si la mujer balbuceaba o mostraba la más mínima confusión, ¡era una bruja!

Sin duda alguna, esta medida no tenía en cuenta que muchas podían ser analfabetas.

#5 No eras madre o tenías pocos hijos

Otro aspecto de las mujeres que podía sugerir brujería era la maternidad. Las familias con muchos hijos creían que aquellas mujeres que no eran madres realizaban hechizos y echaban maldiciones porque las envidiaban.

#6 Tenías relación familiar con una bruja

Si tu hermana, madre o prima habían sido acusadas de brujas, las probabilidades de que a ti también te consideraran una bruja eran muy altas.

#7 No simpatizabas a la gente

A los hombres se les permitía tener diferencias con mucha gente, pero si a las personas no les gustaba tu comportamiento o no se llevaban bien contigo, te convertías en una bruja para ellos como por arte de magia.

#8 Tu clase social

Si pertenecías a la clase baja, eras una candidata a ser bruja. No tendrías tanto poder para defenderte y por lo tanto sería mucho más fácil asesinarte o encarcelarte.

#9 Sucedían inconvenientes a tu alrededor

Si ocurrían hechos desafortunados mientras tú estabas allí, era probable que fuera tu culpa y por lo tanto fueras considerada una bruja.

Suena  injusto (y hasta un tanto ridículo) que muchas mujeres fueran privadas de su libertad e incluso asesinadas debido a estas razones...

Y tú, ¿hubieras sido una bruja de Salem?

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