Conoce la sorprendente historia del bebé que mató a una serpiente venenosa a mordiscos
Un bebé contra una serpiente venenosa. Lo lógico es pensar que el pequeñito será presa del animal y no al revés, pero en el caso de un brasileño de apenas 17 meses la serpiente se convirtió en la víctima. No llega al año y medio de edad, pero Lorenzo parece un pequeño Chuck Norris. Al encontrarse solo en el patio de su casa, una serpiente se acercó al pequeñito, pero este la tomó y mató a mordiscos. Esta es su historia.
Lorenzo: El bebé brasileño que mata serpientes
En el estado brasileño de Rio Grande do Sul vive un niño que apenas camina y dice un par de palabras, pero ya es objeto de iración por su capacidad de matar una serpiente venenosa usando sus dientes. Lorenzo de 17 meses vive en una zona urbana donde no suelen haber serpientes, pero una jararaca, víbora propia del Amazonas apareció en el patio de su casa mientras el pequeño jugaba solo.
Cualquiera habría esperado lo peor frente a tal escenario, pero la serpiente fue la víctima de los mordiscos mortales del chico, quien decidió tomarla y masticarla como si fuese un juguete de goma. Fue solo cuando sus padres sintieron demasiado silencio, que al salir al jardín hallaron a su hijo —que al parecer no le tiene miedo a nada— con la serpiente venenosa en la boca y lleno de sangre llevándolo rápidamente al hospital donde los médicos concluyeron que la única víctima fue la víbora.
- Ver también: «¿Por qué tenemos miedo a las serpientes?»
La tremenda suerte de Lorenzo
A los 17 meses esperamos que un bebé camine y comience a decir sus primeras palabras, no que sea capaz de matar un animal venenoso, pero el pequeño Lorenzo fue en contra de la lógica sorprendiendo al mundo. La serpiente jararaca, también conocida como yararaca, es responsable de más de la mitad de las mordeduras de este tipo de reptil en el sur de Brasil, aunque la tasa de mortalidad ante sus ataques es baja, pero en el caso de un bebé de 17 meses habría resultado mortal.
La pobre yararaca que quizo meterse con Lorenzo era un espécimen joven, pero no por ello menos peligroso. El pequeño decidió que la serpiente era un juguete y como cualquier otro chico de su edad se la llevo a la boca. Los padres del niño tuvieron que luchar con él para quitarle la serpiente y partir al médico de inmediato. Lorenzo no sufrió ningún daño, la jararaca murió producto de las heridas propinadas por los afilados dientes del bebé.
Una historia que pudo tener un final triste, pero que se convirtió en una anécdota que llamó la atención en el mundo entero y convirtió a Lorenzo en un pequeño a temer, no querrás acercarte a su boca.