¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando nos enamoramos? 3 cambios físicos y psicológicos

Ese cosquilleo en el estómago que sientes cuando empieza a gustarte una persona es señal de que el amor está en el aire. Este es uno de los cambios físicos que nuestro cuerpo experimenta cuando nos enamoramos. Mientras que muchos han tratado de encapsular la esencia del amor con palabras, pero pocos se dan cuenta del poderoso impacto que tiene en nuestro cuerpo resultando en transformaciones físicas y psicológicas. Desde alteraciones hormonales hasta transformaciones en el funcionamiento del cerebro, el amor nos afecta profundamente.
A nivel biológico, por ejemplo, el amor es una respuesta neuroquímica. Es decir que diversas hormonas y neurotransmisores se liberan en las diferentes etapas del enamoramiento, haciéndote sentir euforia, seguridad y bienestar. Si pensamos de una forma más romántica y espiritual, el amor a menudo se considera como el lazo que conecta a las personas entre sí. Es visto como una fuerza que trasciende lo físico.
¿Cómo nos enamoramos?: Las 5 etapas del enamoramiento
El proceso del amor sigue siendo un gran misterio. Sin embargo, existen teorías y estudios que han arrojado las 5 etapas más comunes en el enamoramiento.
1. Atracción física: A menudo, el enamoramiento comienza con una atracción física entre dos o más personas. Las feromonas, que son sustancias químicas que liberamos, pueden desempeñar un papel en la atracción inicial.
2. Conexión emocional: Después sentirte atraído por alguien, comienzas a conectarte con él o ella en un nivel más profundo. Compartir experiencias, valores, intereses y sueños puede fortalecer este vínculo.
3. Neuroquímica del amor: Cuando nos enamoramos, nuestro cerebro libera una serie de químicos que nos hacen sentir euforia, felicidad y emoción.
4. Reforzamiento positivo: A medida que la relación avanza y las personas experimentan momentos felices juntos, estos actúan como refuerzos positivos que consolidan el vínculo amoroso.
5. Apego: Con el tiempo, el amor apasionado puede dar paso al amor compañero, que es menos intenso, pero más profundo y estable. Aquí, la oxitocina juega un papel crucial, facilitando el apego y la conexión duradera de las parejas.
4 cambios que le pasan a nuestro cuerpo cuando nos enamoramos
1. ¿Qué son la dopamina y la oxitocina?: más que simples mariposas
Si alguna vez has sentido las famosas “mariposas en el estómago” cuando sientes que tienes una conexión con alguien especial, esta es una señal clásica de enamoramiento. Esto sucede porque tu cerebro se llena de hormonas. Cuando nos enamoramos, las regiones del cerebro asociadas con el placer, la recompensa y la euforia, como el núcleo accumbens y la corteza prefrontral se activan intensamente. Estas áreas liberan hormonas y neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina y la adrenalina.
La dopamina, asociada con el placer y la recompensa, nos da una sensación de felicidad y excitación. En tanto, la oxitocina, también conocida como “la hormona del amor”, hace que sintamos que necesitamos de esa persona y crea una conexión emocional. Esta es la misma hormona que se libera durante momentos íntimos y sirve para fortalecer el vínculo entre las parejas.
Pero cuidado, esa liberación hormonal puede llevarte a no darte cuenta si la relación que comienza es sana o no. Te dejamos las claves para detectar red flags y signos de peligro en tu relación de pareja.
2. Un cuerpo enamorado: ¿puede el amor ser la mejor medicina?
Además del torbellino emocional, el enamoramiento también implica una serie de cambios físicos. Los niveles elevados de dopamina y norepinefrina pueden hacer que te sientas eufórica y llena de energía. Estas hormonas también pueden provocar síntomas como un aumento en la frecuencia cardíaca, sudoración y sí, esas famosas “mariposas” o cosquilleo en el estómago.
A largo plazo, estar enamorado y mantener relaciones amorosas puede tener beneficios para la salud. Algunos estudios han demostrado que las personas con relaciones amorosas viven más tiempo, tienen menor presión arterial y disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. La razón podría ser que el amor ayuda a reducir el estrés, uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades.
3. La montaña rusa emocional
Así como el amor nos puede hacer sentir en la cima del mundo, también puede llevarnos a las profundidades más oscuras de nuestra mente. Las rupturas o desamores pueden ser devastadores, no solo emocionalmente, sino también físicamente. La pérdida de una relación puede llevar a síntomas parecidos a la depresión: pérdida de apetito, insomnio, ansiedad y tristeza profunda.
A nivel físico, la respuesta al estrés de una ruptura puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedades. Es un momento muy vulnerable donde puedes atravesar por problemas de autoestima, autocastigándote, pensando que no eres suficiente o si hiciste algo mal. Es normal pasar por esta etapa, sin embargo, debes trabajar en tu amor propio y recuperar tu vida para dejar de sentir esos vacíos.
El amor tiene el poder de transformarnos, de sanarnos y de conectarnos con algo más grande que nosotros mismos. Aunque no siempre es fácil y a menudo viene con su cuota de dolor, el amor, en todas sus formas, es una de las experiencias más valiosas y enriquecedoras de la vida humana.