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Tomar café durante la lactancia puede hacer que la leche pierda hierro y otras consecuencias

Publicado 20 Nov 2019 – 10:05 AM EST | Actualizado 20 Nov 2019 – 04:09 PM EST
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La lactancia se corona como la mejor forma de aumentar las defensas de tu bebé y nutrirlo durante sus primeros meses de vida.

De acuerdo con la UNICEF, la leche materna es rica en anticuerpos, vitaminas, minerales, grasas, proteínas y azúcares que, además de nutrir y alimentar a tu bebé, lo protegen contra infecciones y enfermedades.

La importancia de la leche materna en el crecimiento del bebé es bastante significativa. Por ello, muchas mamás buscan que este alimento se encuentre en el mejor estado posible. Esto puede generar algunas dudas con respecto a los alimentos que la mamá consume y la forma en la que influyen en el bebé.

Una de estas preguntas es qué tan bueno o malo es consumir cafeína mientras estás amamantando, y más si eres una amante de una taza de café al inicio de tu día.

Cafeína y lactancia

La cafeína es una sustancia amarga que podemos encontrar en más de 60 plantas que incluyen los granos de café, hojas de té y vainas de cacao.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la cafeína ayuda a estimular el sistema nervioso. Justo por eso, cuando la consumimos, nos sentimos mucho más despiertas y con energía. Además, tiene un efecto diurético, aumenta la liberación de ácido en el estómago e incluso puede aumentar la presión arterial.

Con respecto al consumo de la cafeína durante la lactancia, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades ( CDC) consideran que esta sustancia es parte de los alimentos que muchas mamás pueden limitar o evitar durante el tiempo que amamantan a su bebé.

Dicha recomendación surge porque la cafeína sí llega al lactante en pequeñas cantidades a través de la leche materna. No obstante, esto no significa que no puedas beber una taza de café al día.

De acuerdo con los expertos, consumir 300 miligramos o menos de cafeína (alrededor de 2 tazas de café) al día no tiene un efecto negativo en el bebé. No obstante, si el consumo de cafeína es mayor que eso, sí puede perjudicarlo.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que si la mamá tiene una elevada ingesta de cafeína (alrededor de 10 tazas de café al día), puede provocar que su bebé tenga problemas de comportamiento, es decir, que se sienta irritable, nervioso e incluso presente malos patrones de sueño.

Además, en caso de ser un bebé prematuro o menor de cinco meses, los efectos de la cafeína pueden ser mucho más intensos, debido a que los pequeños aún no tienen sus riñones e hígado totalmente maduros.

En general, los bebés tardan más tiempo en metabolizar la cafeína (entre 65 y 130 horas, a diferencia de las 3 a 7 horas en adultos), y en el caso de los bebés prematuros o de pocos meses de vida, este proceso es mucho más lento, lo cual provoca que las efectos de esta sustancia permanezcan mucho mas tiempo dentro de sus pequeños cuerpos.

Un estudio de la Universidad de California encontró que el consumo de más de 450 mililitros (dos tazas) de café por día puede disminuir las concentraciones de hierro en la leche materna, lo cual puede contribuir a que el bebé desarrolle anemia infantil.

Si bien un consumo bajo o moderado de cafeína durante la lactancia es válido, es importante recalcar que no sólo el café contiene esta sustancia.

La Dra. Ruth Lawrence explica que consumir 300 miligramos o menos de cafeína al día es un buen balance si eres amante del café. No obstante, muchas veces las personas no se dan cuenta que la cafeína no sólo está en esta deliciosa bebida.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Buffalo, la cafeína natural está presente en el café, té, chocolate y bebidas energéticas que tienen extractos de hojas de guaraná.

Sin embargo, también existe una cafeína sintética que es agregada a algunos refrescos, jugos, galletas, salsas picantes, dulces, waffles, mentas y jarabes. Esto ocasiona que la ingesta de cafeína sea mayor de lo que uno cree.

Más allá de ser consciente de que existen otros alimentos y bebidas con cafeína y controlar su consumo, es importante que consultes con tu médico cuál es la cantidad de cafeína ideal para ti.

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