Si quieres tener un bebé deberías hacerte estas 5 preguntas antes
Tener un bebé no es algo que se deba decidir por capricho, es una de las decisiones más importantes que tomarás en tu vida pues significa traer un nuevo ser al mundo y que tu vida de un giro de 180º.
Si llevas mucho tiempo pensando que es hora de agrandar la familia, entonces no dudes en preguntarte antes algunas cosas para saber si realmente es el momento adecuado.
#1 ¿Madre soltera o con pareja?
Hay muchas mujeres que prefieren ser madres solteras, y es una decisión respetable. Si es tu caso, es necesario que consideres si tienes el apoyo familiar o de amigos para poder asumir todas las responsabilidades que implica criar un hijo, pues ellos serán tu sostén cuando más lo necesites.
#2 ¿Tu relación de pareja va bien?
No se debería traer un bebé al mundo si lo que se intenta es arreglar una mala situación sentimental de la pareja. Los hijos no vienen con una varita mágica para solucionar los problemas conyugales.
Un hijo nacido en una familia necesitará que tanto su madre como su padre se quieran de forma sana.
#3 ¿Cuál es tu situación económica?
Aunque le quita algo de magia al hecho de ser madre, es necesario que tengas en cuenta que un hijo genera muchos gastos que se deben cubrir. Por eso, es necesario que tengas ahorros o ingresos estables para poder darle todo lo que necesite, al menos hasta que se independice.
Los cuidados básicos no le podrán faltar y realmente cuestan dinero.
#4 ¿Estás lista para tener un bebé?
Tener ganas de tener un bebé no significa que estés lista para hacer frente a lo que conlleva (cambios laborales, cambios físicos, cambios en tu vida social y diaria, más cansancio, menos horas para dormir, menos tiempo para ti y tu pareja, etc).
#5 ¿Estás dispuesta a renunciar a ser tú la prioridad?
Ser madre requiere renunciar a muchas cosas, por ejemplo ser tú siempre la prioridad. Quizá ahora los sábados por la noche son para estar con tus amigas y los domingos por la mañana son para dormir, y entre semana vas al gimnasio y quizá alguna tarde de compras. Con un hijo eso quedará en un segundo plano, al menos mientras te organizas.