Serena Williams disfruta del sol con su bebé libremente: cómo proteger al tuyo del daño solar
Serena Williams está disfrutando del sol con su pequeña Olympia. El 9 de abril de 2019, Williams publicó una foto en la que se ven las dos en un parque, bajo el sol, con atuendos iguales. Y no es la primera vez que la exitosa tenista viste a su hija con una réplica pequeña de sus atuendos.
Williams y su bebé de un año y medio revivieron nuestra nostalgia con un outfit que parece salido de los años 50: camisa blanca y falda rosa, perros poodle bordados en las dos prendas.
Cómo proteger al bebé del sol: consejos para evitar el daño solar
En su mano, Olympia lleva una sombrilla que, disimuladamente, sostiene en realidad su mamá. Cuando son tan pequeños, los bebés son más susceptibles al daño solar que los adultos. El sol puede provocar daños graves y dar al niño más probabilidades de cáncer de piel más tarde en la vida.
Las quemaduras solares en los bebés, como cualquier quemadura, pueden dejar la piel roja, caliente y con ardor. En ciertos casos, pueden presentar síntomas que despierten preocupación en los padres: ampollas, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza o malestar general.
Que el bebé presente una quemadura, sin embargo, no es el único signo de daño solar: los efectos de la exposición solar se acumulan a través de los años, e incluso la exposición moderada durante la niñez contribuye a que la piel se arrugue y endurezca, según Healthy Children, una revista en línea de la Academia Americana de Pediatría. Incluso las tiernas pequitas en su rostro indican daño solar.
Los niños menores de seis meses no deberían usar protector solar. A tan temprana edad, la piel de los bebés es diferente: la capa córnea, la capa exterior de la epidermis, es mucho más delgada que en los adultos. Por eso tiene una protección menos efectiva contra agentes externos. Los químicos presentes en el protector solar pueden penetrar profundamente y causar dermatitis de o, alergia o inflamación.
Evita la exposición solar en bebés menores de seis meses. Vístelos con ropa protectora y ponles un gorro de ala y lentes de sol. Incluso así, no los cubras mucho: debes evitar que tengan calor, ya que su cuerpo todavía no puede regular la temperatura.
Si tu bebé tiene más de seis meses, aplícale protector solar generosamente, recomienda la Clínica Mayo. Aun con protección solar, evita exponer el niño al sol en horas peligrosas, de 10 de la mañana a 4 de la tarde. La crema debe tener un factor de protección solar de 30 o más. Vuelve a aplicar el protector solar cada dos horas o si el niño estuvo nadando en el agua o transpiró. Recuerda que es necesario usar protección solar también en días grises.
Antes de comenzar con el protector, se sugiere hacer una prueba en una zona pequeña del cuerpo, para ver si tu pequeño puede tolerarlo. Espera algunas horas y, si notas una reacción, no uses el producto.
Tratamiento de las quemaduras solares en bebés
Si la quemadura solar de tu niño solamente está roja y caliente y es dolorosa, puedes tratarla tú misma. Aplica compresas frías sobre las zonas quemadas y baña a tu hijo en agua fría.
Las quemaduras solares graves deben ser tratadas como cualquier otra quemadura; si presenta síntomas severos, es necesario ir al médico de urgencia. En casos raros, se hace necesaria la hospitalización del bebé.
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