«No pude amamantar a mi bebé, pero eso no significa que no lo ame»: carta de una madre
Todas las madres tenemos cuerpos e historias distintas, pero si hay algo que nos une es el inmenso amor que sentimos por nuestro bebé. Por eso, te pido que dejes de juzgarme por no amamantar.
Al igual que muchas madres, me informé lo más que pude e incluso asistí a cursos sobre lactancia, pues estaba convencida de que era el mejor alimento que le podía ofrecer a mi hijo.
Traté de llevar mi embarazo de la manera más saludable posible y así tener un parto natural, pero dos días antes de mi fecha estimada la doctora me dijo que habría un cambio de planes:
Mi bebé tenía el cordón umbilical enredado en el cuello y me diagnosticaron preeclampsia, así que era necesario realizarme una cesárea. Estaba asustada, pero lo único que pedía era tener a mi pequeño entre mis brazos.
Al día siguiente iba camino al hospital, llena de emoción y miedo. Mi doctora y su equipo me acompañaron en todo momento, al igual que mi pareja, y aunque no fue de la manera que esperaba al final todo salió bien.
Tardé en tenerlo sobre mi pecho
Luego de una cesárea para la cual nunca estuve mentalizada me dolía todo, estaba cansada y con muchos temores.
Pasó un buen rato antes de que la anestesia se me pasara y no me permitían tener a mi bebé en el cuarto del hospital, por protocolo. Cuando me permitieron ir a los cuneros ya era tarde. Intentaba que se pegara a mi pecho, pero lo rechazaba, pues ya le habían dado biberón.
El sentimiento de culpa por no poder amamantar
Esa primera conexión de la que tanto había leído y con la que tanto había soñado no pudo ser y me sentía culpable. La ilusión de amamantarlo terminó de desmoronarse cuando me recetaron un medicamento para una infección en vías urinarias y no era compatible con la lactancia.
Me parecía que le estaba fallando a mi bebé, porque no le podía dar lo que necesitaba. Me sentía triste, pero al ver su rostro comprendí que el amor de una madre puede expresarse de diferentes formas.
Entendí que la lactancia materna no siempre es posible, pero que el amor por mi bebé será infinito. Uno siempre intenta hacer lo mejor por los hijos, pero a veces las circunstancias nos superan y eso es parte de la vida.
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