Cuando un nuevo hermano va a nacer
La llegada de un hermano al hogar es un suceso que, aunque positivo, puede traer muchas complicaciones si los padres no saben manejar bien la situación. Al ser un cambio brusco, los niños no tienen recursos para enfrentar una vida que no será lógicamente la misma a partir del nacimiento. Conviene entonces preparar a nuestros hijos para que este proceso se produzca de la manera más feliz y saludable para toda la familia.
Lo primero que debe hacerse en estos casos es explicarle al pequeño desde que se detecta el embarazo que su mamá tendrá otro hijo, con un lenguaje entendible para su edad. No tengas miedo de hablar del tema pues los niños están perfectamente capacitados para entender este asunto siempre y cuando uno se comunique con ellos de la mejor forma posible.
Es muy importante que lo incluyas en el nuevo proyecto, que le hagas saber que se necesita de su ayuda para que todo salga bien. En dependencia del nivel de madurez del niño, puedes decirle el momento en que nacerá su hermanito. Los mayores entenderán la noción de 9 meses, pero los preescolares no, de modo que puedes usar las categorías de invierno o verano, que son más asimilables por ellos.
Teniendo en cuenta que los niños son muy curiosos, lo más probable es que tu hijo comience a hacerte preguntas. Responde cada duda de manera segura y clara. Muchas veces quieren saber de dónde salen los bebés y la respuesta simple debe ser ‘dentro del útero que se encuentra en el vientre de mamá’. Lo que importa es no crearles lagunas de temor. Todo debe estar bajo control para que el evento se espere con alegría y no con desconfianza.
Una buena manera de motivar al menor es compartir actividades con él tales como: ver fotos de cuando él era un bebé, preparar juntos la bolsa del hospital, llevarlo al médico y que sienta el latir del corazoncito de su hermano, leerle libros que hablen de los bebés, ir con él de compras para conseguir la ropita y artefactos necesarios después del nacimiento, incluso puede ser muy sugerente que el niño le hable al bebé y sienta como da pataditas en la panza. Ello permitirá crear una relación temprana y sana entre ambos por el reconocimiento de las voces.
Cuando ya se vaya acercando la fecha del parto, es recomendable avisar al niño y que él también participe en la organización del evento. Quizás pueda encargarse de alimentar a la mascota o hacer algunas otras actividades en la casa como apoyo. También es bueno llevarle al hospital a visitar a su mamá una vez se produzca el nacimiento. El evento debe ser un encuentro familiar donde todos tengan un lugar, ello garantiza que el pequeño no se sienta excluido y vea al nuevo bebé como otro elemento, no como alguien que le puede robar su sitio.