Revisar el teléfono te estresa y te decimos el por qué
Las redes sociales no descansan. Cada día sale una nueva información, el video de tu artista favorito que tanto estabas esperando o el meme que promete será la sensación de la temporada. Casi cualquier cosa es la excusa perfecta para mantenernos pegados a la pantalla de nuestros teléfonos o computadoras. Sin importar el momento o el lugar.
Sin embargo, esta conducta compulsiva, es realmente poco saludable y te decimos la razón.
Hiperconectados
Gracias a la aparición de los teléfonos inteligentes, tenemos la sensación de que tenemos el mundo en nuestras manos y, de alguna manera es así: Desde aplicaciones para ser más organizados, revisar alguna presentación para el trabajo o la universidad, hasta las conversaciones con nuestros amigos en WhatsApp. Podemos hacer casi cualquier cosa.
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Esto, no obstante, tiene un precio muy alto y así lo demuestra la Asociación Americana de Psicología ( APA, sus siglas en inglés). La institución afirma que existen estudios que relacionan el revisar constantemente el teléfono con el estrés.
Bien, puede que parezca un poco descabellado pero una de las razones de este fenómeno, entre otras cosas, es la adicción que tenemos por enterarnos de todo y eso se debe, en gran parte, a las redes sociales. Facebook, Twitter, YouTube, LinkedIn… Queremos saber de qué se habla sin importar el momento del día.
Todo esto, por supuesto, tiene una serie de efectos que nos da de qué pensar…
Las razones
Está claro entonces que revisar constantemente el teléfono es estresante pero, ¿cuáles a qué se debe? Estos ítems pueden darnos explicarnos un poco al respecto.
- Recientes hallazgos han confirmado que las discusiones sobre política y asuntos culturales son motivo de estrés y ansiedad. Esto, además, empeora cuando nos enganchamos al conflicto en un ambiente que puede volverse hostil.
- ¿Sientes que no puedes vivir, literalmente, sin tu teléfono? De responder afirmativamente, padeces de nomofobia, lo que no es más que el miedo irracional de salir de casa sin nuestro aparato. Juntemos esto con el afán de revisar compulsivamente el teléfono… Entonces, podemos inferir un resultado bastante caótico.
- Sucede más o menos lo mismo pero sobre los contenidos. El FOMO es otra razón que puede alimentar el estrés. Se trata, por cierto, del miedo de perdernos lo que sucede en nuestras redes sociales, es decir, simplemente no queremos quedar fuera de la conversación.
Esto es apenas un acercamiento al problema. En este punto podemos formularnos la siguiente pregunta, ¿debemos desconectarnos? La respuesta, por supuesto, está sujeta a las necesidades de cada quien pero sin duda es una recomendación que no debemos pasar por alto.
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Posibles soluciones
Supongamos que respondiste afirmativamente y deseas alejarte un poco de la pantalla del teléfono. Para ello, debes tener algunas consideraciones para tener éxito en tu propósito.
- En primer lugar, interactúa más con tus amigos: pregúntales en qué pueden compartir el tiempo o si alguno puede acompañarte en hacer alguna tarea pendiente por hacer. Por muy pequeño que sea el momento, los cambios serán significativos.
- Establece un tiempo para estar frente al teléfono… Sí, como leer. Un horario te dará estructura para atender lo que debes sin sobrepasarte (sobre todo si hablamos de trabajo).
- El celular es casi como una extensión de nosotros, incluso, a la hora de dormir. Para evitar trasnocharte revisando el perfil de Instagram de tu ex, apaga el teléfono. Te costará al principio pero con el tiempo será más fácil.
- Borrar las aplicaciones también es una fórmula que puede ser exitosa. ¿Resultado? Menores distracciones.
- ¿Quieres darle un respiro a tu mente? Prueba con la meditación. Unos minutos de paz y silencio no sólo te harán bien sino también te ayudará a reducir el estrés. Sólo necesitas un espacio tranquilo y unos minutos.