Corres pero no quemas grasas: por qué tanto esfuerzo no te da resultados
Adelgazar sí que puede convertirse en un proceso disfrutable si lo haces con inteligencia. Esto implica conocer cómo sacarle el máximo provecho a cada ejercicio, es decir, informarte antes de empezar. ¿Comienzas a entender por qué tanto esfuerzo no te da resultados? Cuando conozcas los errores más frecuentes, lo comprenderás todavía mejor:
Tu rutina es siempre la misma
El cuerpo es una máquina diseñada para la eficiencia y cumplir sus objetivos con el menor gasto de energía. Por este motivo, con el tiempo se adapta incluso a una rutina de ejercicio. Esto significa que aprende a realizarla con un mínimo de calorías y que, con el paso de las semanas, no quemarás la misma cantidad de grasa que cuando comenzaste si mantienes la misma rutina.
Corres más lejos, pero no más rápido
Alargar las distancias es lo más recomendable para aumentar la resistencia, pero no para perder peso. Si este es tu objetivo, aumenta la intensidad: corre más rápido en intervalos o con obstáculos. Para hacerlo de forma segura, consulta con un especialista.
Te enfocas demasiado en las calorías
Ya sea que estés mirando la pantalla de la cinta caminadora o una aplicación en tu smartphone: recuerda que estas cifras no son confiables y potencian tu ansiedad. En lugar de enfocarte en las calorías que quemas, y una vez que tengas una rutina aprobada por un entrenador, escucha a tu cuerpo. De este modo, serás consciente de los efectos del ejercicio en tu cuerpo y podrás prevenir lesiones.
No haces otro tipo de ejercicio
Los efectos de correr se potencian cuando los complementas con otro tipo de ejercicio que trabaje el resto de tus músculos. ¿Por ejemplo? El yoga puede ser una gran alternativa.