Anticonceptivos sin hormonas: todo lo que debes saber para elegir el más adecuado para ti
Existen diversos métodos que ayudan a evitar un embarazo no deseado y que son muy efectivos. Muchos de ellos contienen dosis de hormonas, las cuales generan cambios en el organismo impidiendo así la concepción.
Aunque este mecanismo es muy funcional, los métodos anticonceptivos hormonales pueden tener efectos secundarios en el cuerpo femenino. Si quieres evitar un embarazo, pero sin tomar hormonas, checa esta información proporcionada por expertos en el cuidado sexual.
¿Qué consecuencias tienen los métodos hormonales en el organismo?
Todos los medicamentos pueden causar efectos secundarios en el cuerpo, y los métodos anticonceptivos hormonales no son la excepción.
La pastilla y el parche anticonceptivo pueden desencadenar náuseas, manchado o sangrado entre periodos menstruales, dolor en los senos y jaquecas, como informa la asociación Planned Parenthood.
En el caso del implante subdérmico, es posible que se presenten mareos, disminución del deseo sexual, cambios de humor y depresión, dolores de cabeza, abdominales y de espalda, entre otros, así lo indica Mayo Clinic.
Estos efectos negativos no siempre se presentan, además de que pueden disminuirse e incluso desaparecer con la ayuda de un médico.
¿Qué debo tomar en cuenta para elegir un método anticonceptivo?
Para poder elegir el método anticonceptivo que más te conviene, hay ciertos factores que debes tomar en cuenta, relacionados con tus hábitos y tu cuerpo.
El tipo de relación que tienes
Si tienes una relación abierta, informal o más de una pareja sexual, es recomendable usar siempre preservativo para evitar el riesgo de contagio de una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Puedes combinar su uso con otro método.
La efectividad del método anticonceptivo
Antes de elegir el método, es importante que te informes a profundidad sobre cada uno, pues ninguno es 100% efectivo.
Por ejemplo, el condón masculino tiene un 98% de efectividad y el DIU un 99%, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo accesible del método
Debes considerar qué tan conveniente es cada método para ti. Aunque el preservativo femenino es útil y efectivo, es más difícil encontrarlo que el masculino.
Los métodos hormonales pueden llegar a tener un costo elevado, lo cual no siempre los hace la mejor opción.
Tu ciclo menstrual
Si tienes un ciclo menstrual irregular o has presentado algún problema, es probable que no todos los métodos anticonceptivos sean adecuados para ti. Es primordial consultar con tu ginecólogo para saber cuáles son los más aptos.
¿Cuáles son los métodos anticonceptivos no hormonales?
Si ya decidiste cuidarte con un método no hormonal, necesitas conocer las opciones que tienes a tu disposición.
Preservativo masculino
Este es uno de los más conocidos y con un fácil . No sólo lo puedes encontrar en cualquier farmacia, incluso lo regalan en centros de salud. Te protege de un embarazo y de las ETS.
Dispositivo Intrauterino (DIU)
Se trata de un dispositivo con forma de T que se coloca en el útero. Su función es cambiar la forma en que se mueve el esperma, para que éste no llegue al óvulo. Tiene 99% de efectividad.
Espermicidas
Como Planned Parenthood explica, los espermicidas son productos químicos que impiden la llegada del esperma al óvulo. Se colocan en la vagina minutos antes del encuentro sexual y suelen durar algunas horas.
Recientemente, se han lanzado unos espermicidas que vienen en forma de laminitas y que pueden aplicarse mínimo 15 minutos antes de la relación. Tienen un 94% de efectividad y no protegen de las ETS.
Preservativo femenino
Al igual que el condón masculino, el preservativo femenino está fabricado con látex, evita el embarazo y el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Consta de dos anillos para mantenerse fijo y un aplicador para colocarse dentro de la vagina. Su efectividad es del 90%, como lo esclarece Mayo Clinic.
Para asegurarte de que el método que elijas es el correcto para ti, debes informarte sobre cómo se emplea a cada uno, sus posibles efectos secundarios y, sobretodo, asesorarte con tu ginecólogo.
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