¿Invitada a una boda? Este es el código de etiqueta infalible (para no hacer el oso)
Cada vez que nos invitan a una boda nos enfrentamos al mismo dilema: el vestido, el peinado, los rios... Son muchos los detalles que debemos tomar en cuenta para conseguir un look adecuado al evento, pero a la vez inolvidable.
Y es que las reglas de estilo para las bodas son tan variables como los lugares y horarios en los que pueden celebrarse, lo que hace la tarea aun más ardua.
Aunque siempre debemos tener en cuenta cuándo, cómo y en dónde se va a celebrar la boda (ciudad o playa, hacienda o salón), hay ciertas reglas básicas de etiqueta para bodas que todas debemos seguir para brillar por nuestra elegancia y buen gusto.
¿Vestido corto o largo?
El protocolo dicta que lo correcto para las bodas es corto de día y largo para la tarde/noche. Sin embargo, hoy en día, las reglas de etiqueta son más flexibles, se trata de adaptarlas al sentido común y a tu propio estilo.
Los vestidos de fiesta cortos son una de las tendencias más usadas para eventos de noche, y si se trata de una boda en el campo o la playa, los vestidos largos, vaporosos y de líneas fluidas son perfectos. Para este tipo de eventos, mucho depende de la hora a la que se celebre la ceremonia.
Tampoco conviene olvidar el largo midi, que es elegante, discreto y de absoluta tendencia. Sólo recuerda que siempre debes tener cuidado en no desentonar con el tipo de evento.
Si el vestido es corto, ¿qué tan corto?
Esta es una regla que aplica siempre, sin importar el lugar o evento: los vestidos demasiado cortos pueden resultar vulgares. Lo mismo va para los escotes exagerados, prendas ajustadas en exceso, brillos y transparencias.
Cuando hablamos de vestido corto para una fiesta, nos referimos modelos a la altura de la rodilla, ya sea un poco por encima o por debajo de ésta, en función de lo que le vaya mejor a tu tipo de cuerpo.
¿Y si no quiero llevar vestido?
No se trata tanto de lo que decidas ponerte, sino de cómo te sientas. Lo principal es ser fiel a ti misma, pues un evento como este no es el momento ideal para probar un estilo nuevo. Podrías sentirte insegura e incómoda y no la pasarás nada bien.
Si los vestidos no son lo tuyo, una de las opciones de mayor tendencia y que luce maravillosa es la combinación de falda con top corto o una blusa. También puedes probar con un jumpsuit o 'mono', que son súper elegantes y fáciles de llevar.
Los trajes sastres, sean de falda o pantalón, no son muy recomendables, pues además de que suelen poner unos años encima a quien los lleva, pueden resultar poco elegantes para la ocasión.
Cuida los rios
Dicen que la elegancia es la armonía no sólo contigo misma sino también con el entorno, pero lo de llevar los zapatos y bolsa a juego con el vestido ya está considerado un crimen de la moda, pues aparte de que resulta demasiado obvio y aburrido, la tendencia actual es mezclar texturas y colores diferentes que enriquezcan el conjunto.
Ante la duda, zapatos de tacón medio en tono nude siguen siendo una apuesta segura. El resto de complementos deben ser discretos: opta por metalizados suaves que unifiquen o por colores intensos que den alegría. Es preferible evitar el look 'total black' y los estampados muy llamativos.
A veces un simple cinturón tiene un efecto transformador, y puede aportar un toque de sofisticación a un vestido sencillo.
¿Por la Iglesia o civil?
Una ceremonia religiosa siempre requerirá mayor recato y respeto, lo que se traduce en evitar escotes pronunciados, minifaldas y aberturas. Incluso en algunos lugares, las iglesias no permiten entrar con los hombros descubiertos.
Por ello, no olvides llevar algún tipo de chal, pashmina, chaqueta o abrigo con el que puedas cubrirte los hombros y el escote durante la celebración.
Una boda por lo civil permite un look de invitada más relajado, aunque como siempre, hay que seguir cualquier tipo de indicación sobre la etiqueta que se haga en la invitación.
Tocados, ¿sí o no?
Los tocados son una costumbre completamente europea, que se lleva también en otros países. La decisión de utilizar uno o no siempre dependerá de qué tan común sea su uso en donde se realizará la boda.
Lo cierto es que los tocados son un recurso que aporta gran originalidad y elegancia a cualquier conjunto, sin embargo, es imprescindible sentirse cómoda con él.
Ya sea que incluya plumas, piedras, flores, encajes, rejillas o incluso turbantes, suelen ser siempre muy favorecedores, pero es necesario tomarse el tiempo para encontrar el más adecuado para cada rostro, a fin de que le de un toque especial y muy chic a tu atuendo, sin caer en el ridículo.