Cómo vender un sitio web
Constantemente leemos sobre adquisiciones millonarias en la web, pero, ¿Es posible vender nuestro propio sitio? ¿Incluso uno pequeño? La respuesta es sí, pero todo dependerá de nuestra iniciativa, ya que difícilmente estemos en la mira de Google u otros.
Muchos compradores independientes hacen negocios en la web, y aunque las cifras sean más realistas, lo cierto es que en ocasiones pueden resultarnos interesantes.
¿Dónde vender?
Si bien existen muchos lugares donde vender sitios, hablaré de SitePoint, DigitalPoint y eBay. A priori diremos que los primeros dos funcionan bajo la modalidad de foro y el tercero mediante subasta.
SitePoint: El sitio está estructurado como foro, aunque también es posible ofrecer nuestra web en forma de subasta o incluso con BIN (??But It Now? o ??Cómpralo Ahora?, para no tener que esperar a su finalización ni competir con los demás). Publicar un sitio en la categoría ?? sites? tiene un valor de US$40, mientras que en ??Established sites? cuesta US$20, en ambos casos por el período de un mes. Los interesados postean sus preguntas públicamente o se comunican con el comprador por mensajes privados. Desde aquí se vendieron sitios como InviteShare (US$25 mil, adquirido por TechCrunch). Recomiendo visitarlo aunque no vayamos a vender nada, ya que resulta útil para conocer las valoraciones del mercado "chico" en el día a día.
DigitalPoint: Similar al anterior, aunque se diferencia de SP en que no cobran por publicar tu sitio y las subastas son manuales. Goza de un tráfico constante de unas 500 personas, por lo que es muy factible recibir ofertas si el producto tiene algún valor. En general se manejan cifras inferiores que en SitePoint, pero puede ser perfectamente útil para un blog o site común.
eBay: No hay demasiado por decir en este caso, pues ya todos lo conocemos. Funciona con subastas y la empresa retiene un porcentaje de la venta final. Abundan ofertas poco serias, desde $1 hasta millones.
¿Qué valores importan a los compradores?
Luego de haber escogido uno o varios de los lugares donde vender nuestro sitio, corresponde enfocarnos en el contenido mismo de la oferta. Para ello, conviene atender qué interesa a los compradores.
- Ingresos. Salvo que el sitio tenga un potencial enorme que no haya sido explotado, los ingresos actuales serán quienes determinen su valor. Es importante tener muchas fuentes de ingresos, pues depender sólo de una encierra el riesgo de no ganar absolutamente nada si ésta desaparece. Por otro lado, al momento de presentar los datos, debemos elegir la modalidad más conveniente al caso particular (ingresos anuales, mensuales, progresión, etc.). Recomiendo brindar pruebas de los ingresos, por ejemplo con capturas de estadísticas de AdSense (siempre cubriendo datos sensibles como clicks, impresiones, etc., pues Google no lo permite).
- Tráfico. Casi un equivalente al "rating" de la TV, el tráfico dice si tu site importa o no. Pero, dada la existencia de los nichos, el caudal de visitas se relativiza -tanto hacia arriba como hacia abajo- según cuan rentable resulte ese publico. Al igual que en el punto anterior, ofrecer capturas del servicio de estadísticas (Google Analytics en general) sirve para no dejar dudas.
- Mantenimiento. Cuanto menos trabajo implique mantener el sitio, mayor será su valor. Por lo tanto, modelos como los blogs tienden a valer menos, pues en general dependen de actualizaciones constantes para generar ingresos. Por el contrario, sitios estáticos pero con mucho contenido, o dinámicos pero con contenido generado por s, suelen valer más.
- Rankings. Aunque a simple vista parezcan totalmente inútiles, rankings como el PageRank o el AlexaRank influyen en la valoración económica de un sitio. Entonces, si piensas vender un sitio nuevo, resulta conveniente esperar a que tenga algún PR asignado (próximamente se viene un Google dance) o cierta posición en Alexa (aconsejo instalar su barra y visitar uno mismo el sitio, ya que ayudará a mejorarla un poco).
- Costos. Principalmente se relaciona con el alojamiento y el consumo de transferencia. Entonces, no será el mismo gasto para un sitio de alojamiento de videos que para otro básico y liviano con simple información.
- Dominio. Si la venta incluye al dominio, esto implicará un valor extra. En general, los dominios .com tendrán mayor valor que los .net, .info (¡puaj!) o los de extensiones de países como .com.ar. Descartado pretender vender un sitio del tipo barato.blogspot.com, por lo que conviene hacer las cosas bien desde el primer momento (ya que mudarlo luego puede ser bastante molesto y perjudicial).
- Antiguedad. Esto es, obviamente, la vida del sitio. Como el vino, cuanto más viejo mejor; salvo que argumentemos con frases del tipo "con tan sólo X meses, sus ingresos aumentan exponencialmente", es decir, "como es nuevo, estoy ganando poco pero le tengo fe -aunque no la suficiente como para conservarlo-" ;).
- Diseño. Un buen diseño implica un valor en si mismo; no sólo parece, es.
¿Cuánto vale?
En general se suele multiplicar los ingresos mensuales por 12, aunque nada obsta a agregarle otros valores que consideres meritorios. Diseño de calidad, contenidos originales, un dominio interesante, o cualquiera de los ítems mencionados previamente pueden servir para determinar el valor final. La magia estará en no regalarlo ni tampoco ofrecerlo por un precio que nadie piensa pagar.
Conclusión
Vender un sitio o no implica un dilema bastante complejo: recibir una cantidad grande pero fija y única, o seguir recibiendo pequeñas cantidades que pueden aumentar o bajar con el paso del tiempo; siendo riesgosas ambas opciones.
Sin embargo, siempre cabe tener en cuenta que si la otra parte decidió comprar tu sitio es porque considera que ganará con él más de lo que te pagó a vos. Pero, en definitiva, investigación, habilidad comercial, y por que no suerte, determinarán que la venta resulte exitosa. Sin perjuicio de ello, el interés personal puede influir: necesidad económica, falta de tiempo, o cualquier otro valor ajeno al sitio en si. Por lo tanto, dada la variedad de factores influyentes, un número aislado no sirve para saber si se vendió bien o no.