X-Men, mucho más que cine de superhéroes: 5 problemáticas sociales, políticas y filosóficas abordadas en las películas
Ya desde su concepción en los cómics, los X-Men siempre fueron estandartes en el cambio de paradigma, tanto social como político, y casi todo lector pudo identificarse con alguno de los mutantes, marginados de la sociedad debido a esa diferencia genética (aunque terminaban salvando a ésta gracias a esas mutaciones).
Las adaptaciones fílmicas no se desvían de esa tangente, como nos prueban estas problemáticas sociales, políticas y filosóficas abordadas por el universo X-Men
5. Esclavitud
No es sorpresa que la primera toma en X2 muestre un cuadro de Abraham Lincoln, ya que la historia subsiguiente de Wolverine ( Hugh Jackman) recordando cómo fue “inmortalizado” contra su voluntad y esclavizado para servir fines militares toma esta temática. Casi todos los films de Wolverine exploran este tema. Incluso, en X-Men Origins: Wolverine, vemos a Logan y Victor Creed combatir por la Unión, los estados abolicionistas comandados por Lincoln.
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4. El armamentismo
Todos sabemos cuánto daño le hacen las armas al planeta, las películas de X-Men abogan por una paz sin armas, particularmente con la voz de Magneto ( Ian McKellen), que tuvo un increíble discurso al respecto en el primer film. O el joven Erik ( Michael Fassbender), que quiere “devolver” misiles en First Class, con consecuencias accidentales terribles.
3. Antisemitismo y genocidio
Tanto X-Men como First Class abren con escenas de Erik/Magneto en su juventud, sufriendo horrores en campos de concentración. Como Erik señala, por más que sean hombres que están siguiendo órdenes, nadie tiene que matar a nadie por tener opiniones opuestas. Casi todo villano de la saga piensa lo contrario, incluyendo Apocalypse ( Oscar Isaac) con su odio a los humanos.
2. Homofobia
En The Last Stand, el gobierno quiere imponer una “cura” para los mutantes, algo que particularmente resonó en Ian McKellen, quien itió que se ofendería ampliamente si alguien quisiese “curarlo” por su orientación. Hay miles de “curas” reales, como terapias de shock o presión religiosa, o directamente omisión, como la reacción ridícula de los padres de Bobby ( Shawn Ashmore) en X2.
1. Inmigración y segregación
El primer film impulsa el Mutant Registration Act, un proyecto de ley que hace que los mutantes tengan que inscribirse en un padrón como lo hacen los predadores sexuales, como si los padres tuviesen que horrorizarse si un mutante llega al barrio o está en la escuela con su hijo.
Days of Future Past posiciona a los mutantes como una “amenaza” gubernamental, hasta que el Presidente nota que estos le salvaron la vida.