Un accidente en 'Pesadilla en la calle del infierno' quedó inmortalizado como la mejor escena
Pesadilla en la calle del infierno tiene una de las escenas de terror más recordadas del género y su realización fue accidente del director Wes Craven.
En 1984, Wes Craven sorprendió al mundo con Pesadilla en la calle del infierno, película que presentó a uno de los villanos de terror más conocidos de la cultura popular, Freddy Krueger.
Además del monstruo de las pesadillas, la película tiene una escena que desafía la lógica humana y las reglas de la naturaleza con una cama que arroja litros de sangre, aparentemente interminables.
En la actualidad, la tecnología juega un papel importante en los efectos de películas, pues los directores recurren a ella para crear ilusiones digitalmente.
Sin embargo, en 1984, los efectos especiales eran creados de manera artesanal y la escena del cuarto lleno de sangre fue un accidente de la producción de Craven.
¿De dónde vino la idea?
Los realizadores ocasionalmente recurren a habitaciones construidas especialmente para las películas, en donde dejan volar su imaginación.
Algunas de ellas son decoradas al revés para dar la ilusión del desafío gravitacional y otras son habitaciones giratorias con propósitos similares.
Wes Craven no fue el primero en utilizarlas, Stanley Kubrick lo hizo en 2001: Odisea en el espacio y otras películas como When the Clouds Roll By de 1919 o The Boat de 1921 también lo hicieron.
La sala giratoria de Pesadilla en la calle en el infierno fue construida por Jim Doyle, un reconocido diseñador de efectos especiales.
El cuarto fue utilizado para la escena en la que Freddy cobra su primera víctima con la muerte de Glen. En la escena, Glen es arrastrada por la pared y el techo, pero el efecto fue logrado gracias al cuarto giratorio.
El camarógrafo fue atado a un asiento de avión pegado a la pared y la sala tuvo que ser maniobrada por de la producción desde afuera.
La escena no fue fácil de lograr, pero Wes Craven quería utilizar la habitación para otra escena de la película y fue redecorada para la secuencia del baño de sangre.
¿Cómo lo lograron?
El equipo de producción de Craven regresó a la sala con la cama colocada en el techo para lograr que la sangre saliera disparada desde abajo y se acumulara en el otro extremo.
Wes Craven solo tenía una oportunidad para lograrlo, por lo que todo tenía que resultar de manera perfecta si quería conservar la escena.
Craven fue el encargo de filmar y dio la señal para que el equipo que estaba en techo arrojara el agua pintada de rojo para lograrlo.
En cuanto la sangre hizo o con la pared y la instalación eléctrica, electrocutó a uno de los asistentes de producción y empezó a salpicar en todas direcciones por la carga de energía.
La filmación se salió de cause, pero no podían cortar la toma. Los operadores perdieron control sobre el cuarto y giró sin detenerse hasta que se detuvieron los chorros de agua.
El resultado del accidente fue la escena con destellos, chispas y el agua deslizándose en cualquier dirección desafiando la ley de la gravedad.
La escena no tiene lógica porque el agua salpica hacia cualquier ángulo, pero logró el efecto de retratar una pesadilla, que usualmente también desafían las reglas del universo.
Aunque no era un truco nuevo, el accidente le dio puntos extras a la escena de Wes Craven y se convirtió en una de las escenas más icónicas de terror.
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