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Curiosidades

J.J. Abrams ya no quiere hacer más reboots ni remakes

Publicado 10 Ene 2017 – 11:15 AM EST | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Hace una década, después de debutar como director con Misión: Imposible III, y en el momento de mayor popularidad de Lost, J.J. Abrams dio una famosa charla TED titulada «la caja del misterio», en la que explicó su abordaje y su visión artística con esa metáfora: para él, crear una historia es crear una serie de cajas que encierran diferentes misterios.

Esa fascinación por lo misterioso, por el juego de lo oculto y lo develado, esa filosofía cifrada en enigmas, sorpresas y respuestas —o la promesa y la falta de ellas—, probó ser muy eficaz en términos de marketing.

Lost debe a esto su enorme popularidad y el hecho de ser la primera serie en tiempos de redes sociales en ser extensamente discutida, especulada y teorizada por un enorme grupo de fans muy entusiastas y al borde de la obsesión.

Pero también el nombre de Abrams quedó asociado a esta filosofía, que se expandió además a los mecanismos de promoción y publicidad de sus proyectos (campañas de expectativa, misterios virales, enigmáticos sitios web, etc).

De repente mencionar a J.J. Abrams como productor opacaba incluso a los creadores o directores: nadie habló demasiado del director de Cloverfield ( Matt Reeves), era simplemente una película producida por Abrams; lo mismo con las series Alcatraz, Revolution, Almost Human, Believe o hasta la más reciente Westworld, asociadas principalmente a su nombre, pese a ser nada más que productor y no creador ni showrunner.

Su nombre es entonces una suerte de sello a ojos del público que, asociado a una serie o una película, ya puede dar pistas certeras de lo que uno puede esperar de ella.

Adaptador de historias

Es por esta razón que algunos estudios han apelado a J.J. Abrams para traer de regreso clásicas franquicias, para hacer anticipadas secuelas, remakes o reboots, que conforman el grueso de su obra como director.

Desde Misión: Imposible III (donde sucedió nada menos que a Brian De Palma y a John Woo), hasta los dos grandes clásicos de ciencia ficción, Star Trek y Star Wars, algo que para algunos fanáticos es incluso contradictorio.

Incluso la única película que no era secuela o remake que dirigió, Super 8 (2011), está atravesada por un sentimiento nostálgico y un homenaje a viejos clásicos del cine.

Pues esta mirada al pasado, este regreso a viejos títulos, ha quedado atrás para J.J. Abrams.

Así lo reveló hace unos días durante la gala de los Globos de Oro:

“Me siento increíblemente afortunado de poder haber hecho todas estas cosas que me encantaban cuando era un niño. De hecho Westworld, que es por lo que estoy aquí esta noche, es una de ellas. Pero ya no siento deseos de seguir haciendo esto. Siento que ya he hecho demasiado de eso y que ahora me entusiasma más trabajar en ideas originales, que tal vez algún día tengan su propio reboot”

Es probable que J.J. Abrams, de 50 años, ya haya comenzado a pensar en su obra y en su legado, y en cómo aquella caja de los misterios parece haber estado cerrada por mucho tiempo ya. No hay demasiado misterioso ni fascinante en los reboots y remakes, es lo que todos están haciendo.

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