Guardians of the Galaxy, de James Gunn [Crítica]
Al fin llegó la apuesta más arriesgada de Marvel en estos siete años que lleva produciendo películas, y cambiando la industria del entretenimiento para siempre: Guardians of the Galaxy (GOTG).
Al contrario de apuestas (casi) seguras como Iron Man, Thor, Capitán America y todas sus variantes, los Guardianes de la Galaxia son unos ilustres desconocidos para el gran público. Incluso bastantes desconocidos para ese mínimo mercado que son los fanáticos que consumieron durante años las historietas antes de verlas plasmadas en la pantalla grande.
Sin embargo, Marvel dio un paso más allá y apostó un pleno por Guardians of the Galaxy. Lo que parece ser una decisión propia de un niño rico caprichoso, hay una perspectiva interesante por analizar. La mayor debilidad de los Guardianes es también su mayor fortaleza: su anonimato ante el gran público.
Marvel tiene en sus manos una franquicia que no debe rendir cuentas a nadie, donde no van a aparecer gritos de cólera del fandom si se cambia el origen a Star-Lord y que encima son un puñado de personajes interesantes bien integrados al universo de la editorial. Pero, fundamentalmente, Marvel tiene la confianza del público por el trabajo bien hecho.
En una galaxia muy lejana...
James Gunn, el director de GOTG, es un artista curtido en las películas Clase B de género, cuyos inicios se remontan a la compañía Troma. De hecho, Lloyd Kauffman, la mente maestra de esta productora de películas bizarras y geniales, tiene su merecido cameo dentro de la película como un prisionero intergaláctico. El estilo ante todo.
Luego de una carrera ascendente dentro de la industria, Gunn tuvo su gran oportunidad con GOTG gracias a la expresa recomendación de Joss Whedon, director de Avengers y tallado en la misma madera.
La formación dentro del cine de género es patente en esta película. Desde la primera escena que rescata el espíritu de Indiana Jones hasta las múltiples referencias y homenajes a Star Wars, la mitad del metraje está pensado para el disfrute de los espectadores sedientos de aventuras espaciales bien hechas.
¿Y la otra mitad de la película? ¿De qué está hecha?
De humor. Y del bueno.
Maleducados, arrogantes, violentos y queribles
Desde el primer tráiler se anunciaba que la dirección de la historia de GOTG iba a estar orientada hacia el humor, enfatizando unas de las características de las películas Marvel que la llevaron al éxito.
Gunn se sirvió de la formación actual de los Guardianes (la original es de los años 60 y muy diferente) para darle rienda suelta a sus diálogos veloces y divertidos. Y sin olvidar su espíritu subversivo, en una película ATP como esta hay abundantes chistes sobre eyaculaciones escondidos entre líneas.
Parte de la eficacia de GOTG es que los personajes están compuestos de tal forma que no es ilógico que sean expertos pistoleros como grandes humoristas. Star-Lord ( Chris Pratt), Gamora ( Zoe Saldana), Drax ( Dave Batista), Rocket ( Bradley Cooper) y Groot ( Vin Diesel, quien con una asola frase se roba la película) tienen bien definidos sus roles en la función grupal, y esto permite que los mejores momentos de la película sean cuando simplemente dialogan entre ellos.
A pesar de que estamos hablando de personajes eficaces, estos no son superficiales. A todos los une más la necesidad de estar acompañados que la de salvar la galaxia. Sus historias personales comparten el destierro, la soledad y la tragedia como piedra angular a la hora de conformar el grupo. Si bien todos tiene muchos defectos, los une la necesidad de comprensión que solamente otro guardián es capaz de otorgar.
La falla del plan
Hablando de defectos, GOTG tiene uno solo, y que es uno ya compartido por otras películas Marvel: un villano sin carisma. Ronan el acusador ( Lee Pace) en un primer momento para amenazante y bien motivado para sus acciones, pero con el correr de la traba se va viendo que el personaje cae en todos los cliches habidos y por haber. Y como espectadores sabemos que los Guardianes serán capaces de derrotarlo luego de una pelea.
Si bien tenemos la primera aparición extendida de Thanos (EL villano de la saga cinematográfica de Marvel), Ronan nunca supone una amenaza real. Su ejército de soldados desechables son intercambiables con los extraterrestres-momias que lucharon contra los Avengers, o los Orcos que combatió Thor en The Dark World o las armaduras de Iron Man 3. Una deficiencia que Marvel debe reparar de forma urgente y obrar con la misma eficacia que lograron al construir villanos antológicos como Loki.
Pero este es el único defecto que se le puede encontrar a GOTG. Incluso la inevitable escena pos créditos puede resultar extraña para el gran público pero es un verdadero regalo para los lectores de historietas. Y ni hablar si estamos hablando de una nueva franquicia.
Guardians of the Galaxy es una noble aventura espacial cargada de humor y narrada con eficacia, utilizando muy bien los últimos adelantos tecnológicos. Marvel dejó la vara muy alta con esta película, veremos como logran superar lo que este grupo de perdedores encantadores logró en su primera e impensada incursión cinematográfica.