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Brad Pitt

7 películas que necesitas ver dos veces para apreciarlas

Publicado 27 May 2015 – 11:30 AM EDT | Actualizado 26 Mar 2018 – 10:34 AM EDT
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Una película siempre está sujeta a muchas visiones, interpretaciones. . . y visionados. De este modo, cintas que vimos a los 15 años no nos resultan igual de interesantes que cuando volvemos a visualizarlas a los 30, al igual que tampoco es igual ver una película de trama compleja una vez que dos, o incluso tres.

Al final de todo, el resultado siempre son buenos filmes, películas que necesitas ver dos veces para apreciarlas al 100%.

1. Memento

La brillante cinta de Christopher Nolan habla de un hombre con amnesia cuyo pasado queda tatuado en su cuerpo. La película, narrada hacia atrás, es un apasionante ejercicio de concentración para un espectador que requerirá de un segundo visionado para apreciar la pura esencia de la cinta y entender todos esos detalles que pasaban demasiado rápido.

En menor medida, otras películas de Nolan como Inception o Interstellar bien merecen también un segundo visionado.

2. La aldea

La película de M. Night Shyamalan se vio afectada en su momento por una errónea campaña de promoción que vendía el filme como una cinta de terror puro y duro. Sin embargo, La aldea era más que eso, salvo que su simbolismo y filosofía debían descubrirse nuevamente tras superar la decepción inicial de un filme dotado de un terror sutil e incluso teatral que escondía una poderosa fábula sobre los miedos del mundo actual.

3. Piratas del Caribe: En el fin del mundo

Sí, el cine comercial también requiere de algún que otro visionado para retener todos esos pequeños detalles que moldean su trama, y la saga de Piratas del Caribe es el mejor ejemplo de ello.

Apoyada por un Johnny Depp en estado de gracia y unos efectos visuales notorios, el fallo de esta saga millonaria recaía en una trama de muchas peculiaridades tipo "piratas que no pueden pisar el mar en 10 años", "diosas camufladas en monstruos que eran amantes de cierto capitán", "corazones en cofres para controlar el mar" y otros mil detalles más que en lugar de entretener, nos confundían algo más.

4. Donnie Darko

Convertida en un fenómeno de culto, la cinta protagonizada por un joven Jake Gyllenhaal requiere de dos, e incluso tres visionados, a juzgar por un su contenido simbólico. Ese conejo que descoloca al espectador, las flechas que brotan del pecho de sus personajes o el contenido psicológico de una película singular, única, ideal para visionar en estos tiempos de paranoia colectiva y diagnósticos psiquiátricos que nunca alcanzan a saber si la esquizofrenia  conduce a sus enfermos a lugares a los que el ser humano "sano" aún no está preparado para descubrir.

5. Fight Club

Una de las mejores películas de los últimos veinte años vino firmada por David Fincher, protagonizada por un aún encasillado Brad Pitt y acompañada de una promoción que, al igual que La aldea, poco tenía que ver con el resto del contenido.

Esta crítica al consumismo, a la sociedad capitalista, el ego y las aspiraciones envolvían una trama que conducía al personaje de Edward Norton hacia un huracán de revelaciones que se intuían pero no aceptábamos. Finalmente, lo supimos, siendo testigos de una obra de arte absoluta.

6. Lucía y el sexo

Al igual que otras muchas películas españolas como la genial Abre los ojos, la cinta de Julio Medem estrenada en 2001 comienza con la huida del novio escritor de Lucía (Paz Vega) y, hasta su desenlace, la cinta explora otras muchas vertientes que no sólo tienen que ver con el sexo y el amor, sino también con historias que nunca sabemos de donde proceden, si sucedieron o no, tan oníricas como la bella isla de Formentera cuyo faro se convirtió en uno de los iconos de la película.

7. La naranja mecánica

Stanley Kubrick es un genio en eso de crear películas de gran simbolismo y varias interpretaciones. Desde 2001 hasta Eyes Wide Shut, pasamos por una de sus grandes obras, esta joya distópica cuyo contenido iba más allá de simples pirados profanando vidas y casas en una Inglaterra futurista. Un carácter nihilista envuelve la película, preguntándonos si esos protagonistas critican una sociedad controladora en la que salirse de la recta establecida nunca estuvo permitido.

Estas películas que necesitas ver dos veces para apreciarlas no solo merecen tu atención por su calidad inmejorable, sino también por una trama que, superada la reacción inicial del espectador, merece un nuevo visionado con tal de captar su esencia, su objetivo como pieza artística, el encanto de un puzzle de muchas piezas.

¿Has visto alguna de estas películas más de una vez?

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