Mientras todos estaban pendientes del Super Bowl, sigilosamente, Netflix preparaba una jugada estratégica...

Nada más que unas horas luego del adelanto emitido durante el Super Bowl, llegó el primer trailer oficial de Solo: A Star Wars Story, el spin-off centrado en la historia de los orígenes de Han Solo, el mejor piloto y contrabandista de la galaxia, así como uno de los personajes fundamentales más icónicos de la saga creada por George Lucas.

Hace poco más de un año supimos que Stephen King y J.J. Abrams, en asociación con el servicio de streaming Hulu, se encontraban preparando Castle Rock, una serie destinada a reunir varias historias originales de King en un combo capaz de competir ferozmente con Stranger Things, el principal caballo de batalla de Netflix, que, como sabemos, le debe gran parte de su éxito a la esencia de las historias del veterano escritor.

Hace tiempo ya que HBO dejó de ser ese canal infalible que solía ser, el que en pocos años dio a luz series pioneras y emblemáticas como Los Soprano, The Wire, Six Feet Under o Deadwood, y ahora ha perdido terreno con la presencia de Netflix, de otros servicios de streaming y de un número inabarcable de buenas series en todos lados.

La reacción del público ante The Last Jedi ha sido realmente extraña. Las opiniones más generales dentro del fandom la sitúan como una de las mejores entregas de toda la saga; pero con el correr de los días, las reacciones que la catalogan como un verdadero fiasco, encargada de destruir lo que conocemos como Star Wars, han crecido abruptamente, y atacan principalmente la historia y algunos personajes de la película.

La idea de Quentin Tarantino dirigiendo una película de Star Trek suena lo suficientemente disparatada como para generar especial desconfianza y curiosidad.