Este domingo, durante una reunión con el primer ministro británico, Boris Johnson, Trump dejó entender a los periodistas que ha dudado sobre los aranceles al gigante asiático. Pero horas después, la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, emitió un comunicado diciendo que las palabras del presidente fueron "muy malinterpretadas" por la prensa.

Trump sugirió a la prensa que “había tenido dudas” con respecto a la guerra comercial con China, en lo que parecía una posible reconsideración del asunto por parte del mandatario. Sin embargo, poco después, su secretaria de prensa emitió un comunicado aclarando que las palabras del presidente habían sido malinterpretadas, pues él solo lamentaba no haber subido los aranceles aún más.

Antes de la cena oficial de bienvenida, el presidente Donald Trump tuvo un encuentro informal con su homólogo Emmanuel Macron en Biarritz, un elegante centro turístico elegido por el mandatario francés para acoger la reunión anual de los siete países más poderosos del mundo.

Trump voló a Biarritz apenas una hora después de prometer aranceles punitivos a las importaciones de vino francés si Macron no retira un impuesto a los gigantes tecnológicos de Estados Unidos. Horas antes acababa de intensificar aún más su guerra comerical con China. Tanto Francia como China son del G7.

El presidente hizo el anuncio apenas cerraron los mercados de valores, que tuvieron fuertes caídas por las informaciones sobre la profundización de la guerra comercial entra las dos primeras economías del mundo.

En un encuentro con la prensa en la Casa Blanca, el presidente elogió su manejo de la economía y dijo que en el enfrentamiento con China “estamos ganando”. También repartió las culpas de los problemas entre los medios de comunicación, la Reserva Federal y el expresidente Obama.