Es sabido que Hollywood es capaz de hacernos creer cualquier cosa. Y lo aceptamos, de eso se trata: de creer —convencernos— que un hombre puede ponerse un traje y encogerse para combatir el crimen en Ant-Man, que un experimento genético fallido puede resultar en dinosaurios asesinos con una gran inteligencia en Jurassic World, o que una persona vino del futuro para enfrentarse a un robot de ese futuro y proteger a la madre del líder que los salvará en ese mismo futuro en Terminator: Genisys.

Para llegar a ser un actor reconocido en el ambiente, el secreto es dejarlo todo. Por lo general, las estrellas de cine que hoy conocemos, y aceptamos como tales, son aquellas que han alcanzado el éxito en pantalla protagonizando distintos roles sin importar cuán alto sea su riesgo.

El mundo del cine no es sólo cosa de adultos, y no, no nos estamos refiriendo al cine meramente infantil, sino a esas jóvenes actrices que, véase por un don prematuro o una buena preparación, supieron defender sus personajes y convertirlos en icónicos. Desde Hermione Granger hasta Hit Girl vamos a recordar esos 5 grandes personaje interpretados por jóvenes actrices.

Hay una larga lista de animaciones clásicas que pueden ser adaptadas, pero esta vez le tocó el turno a Beauty and the Beast (La Bella y la Bestia). ¿Y quién mejor que Emma Watson para interpretar a una princesa de Disney? La famosa actriz será Bella, la hermosa chica que se enamora de la bestia.

¿Alguna vez se imaginaron estar del otro lado de la pantalla? ¿Ser ustedes mismos quienes actúan en el film? Quizás a algunos les atraiga la idea, tal vez por unas pocas ocasiones no sería un problema tan grave, pero vayan un poco más lejos y piensen cómo sería la situación si ustedes fueran, efectivamente, estrellas de cine.

Los teasers de Jurassic World o la nueva Star Wars suscitaron esa expectación que creíamos perdida en un mundo en el que Internet ha restado intensidad a estos "eventos". Sin embargo, estamos seguros de que estos son los tráilers más esperados del momento y podrían llevarnos incluso a pagar una entrada de cine sólo por ver un primer avance de los que serán los grandes taquillazos del mañana.